Telefónica, Vodafone y Orange pagaron en 2011 la friolera de 1.623 millones de euros por las nuevas frecuencias para los servicios avanzados de telefonía móvil. Buena parte de estas frecuencias están en la banda de 800 megahercios (MHz), que el Gobierno tiene previsto 'quitar' a las televisiones en virtud del nacimiento del Dividendo Digital (traspaso de frecuencias de la TDT a los operadores móviles para que ofrezcan sus servicios 4G).
Cuanto antes se liberen estas frecuencias antes dispondrán de ellas los tres operadores móviles, en perjuicio de los grandes grupos mediáticos, que mantienen una guerra abierta con el Gobierno por su empecinamiento en adelantar la llegada del Dividendo Digital a enero de 2014, justo un año antes de la fecha consensuada para el resto de la Unión Europea.
Las licencias de televisión se han convertido en moneda de cambio en la batalla que libran el Ejecutivo y los gigantes de la TV, ya que podrían perder dos múltiplex (uno por la llegada del Dividendo y otro por la ejecución de la sentencia del Supremo que considera ilegal la última adjudicación realizada en la época de Zapatero).
Y los operadores móviles se han puesto nerviosos. Cuentan con que el ministro José Manuel Soria mantenga su compromiso de adelantar un año la llegada del Dividendo Digital, pero ahora es la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría la que ha tomado las riendas del asunto, en un momento en el que la mayoría de las televisiones y sus periódicos afines han redoblado sus críticas contra Rajoy por sus recortes y por los innumerables casos de corrupción en el PP.
Fuentes del sector de las telecomunicaciones confirmaron a Vozpópuli que los tres grandes han trasladado al Ejecutivo su preocupación por el hecho de que en el toma y daca con los grupos mediáticos se decida retrasar a enero de 2015 la entrada en vigor del Dividendo Digital. "Necesitamos las frecuencias de 800 MHz para extender y reforzar nuestros servicios 4G, especialmente en los espacios cerrados (edificios, viviendas, túneles…), y nuestros planes se han diseñado con la fecha de enero de 2014, no de 2015", afirma una fuente.
Soraya ha tensado la cuerda con los grandes grupos mediáticos, a los que en el peor de los casos podría retirarles dos multiplex y dejarles en el peor escenario posible: menos ingresos y menos calidad del servicio
Los tres grandes operadores cuentan con el 'sí' del Ministerio de Industria, pero no con el de la vicepresidenta, que ha tensado la cuerda con la patronal de las televisiones Uteca: les ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que el Ejecutivo opte por el peor de los escenarios para ellas, adelantar el Dividendo Digital y ejecutar, tal y como aprobó el Consejo de Ministros, la sentencia del Supremo, lo que provocaría la pérdida de dos multiplex, hundiría la calidad de sus servicios de televisión en HD y daría la puntilla a los grupos de comunicación más débiles (Veo TV y Net TV).
No es probable que este escenario extremo se dé, pero la vicepresidenta está poniendo en valor las armas que tiene a su alcance, dado el malestar del Ejecutivo ante la ola de críticas de medios de todo pelaje político hacia Rajoy.
En Moncloa saben que una de las formas de tratar de domesticar a las televisiones y a sus medios afines es amedrentarles con la retirada de frecuencias con la ejecución de la sentencia del Supremo
Las telecos veían los toros desde la barrera, hasta que han visto que su futuro en el 4G, al menos a corto plazo, ya no depende de Soria, sino del núcleo de poder de Moncloa, que juega a otras bazas de mayor calado político que la peregrina calidad de los servicios de telefonía móvil por internet.
Ahora han pasado a la acción y han exigido que el Gobierno no se salte el compromiso de darles en enero próximo sus licencias. Están en juego, aducen las fuentes del sector, muchas inversiones en España, la creación de empleo y la mejora de la calidad de los servicios.