El impacto del coronavirus en la economía y el empleo ha llevado al Estado a aumentar el esfuerzo para mantener las rentas de la familias. En concreto, tendrá que destinar un 22% del Producto Interior Bruto (PIB) al pago de transferencias sociales en efectivo.
Si se tiene en cuenta la caída prevista para el PIB de 2020 el desembolso sería de al menos 241.000 millones, lo que supone que el país destina uno de cada cinco euros de su riqueza a mantener a personas que no pueden trabajar ni obtener rentas por otra vía. El incremento es sustancial respecto al año anterior, en que España destinó un 15,8% del PIB a estos fines.
Explican el incremento el aumento del gasto en prestaciones por desempleo para parados, para trabajadores afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y de prestaciones extraordinarias por cese de actividad para autónomos. La suma de estos tres colectivos representan el 31% de la población activa, como publicó Vozpópuli, de ahí que el gasto en subsidios de desempleo pase del 1,5% del PIB en 2019 al 4,1% del PIB en 2020, según calcula la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).
"La duración media de los ERTE y la prestación por cese de actividad ha aumentado de tres meses y medio a entre cinco y seis meses en los ERTE, y a más de cuatro meses en la prestación por cese de actividad", apunta esta institución, lo que incrementa también el gasto previsto.
El pago del Ingreso Mínimo Vital (IMV) también engordará la cuantía de transferencias sociales, así como las ayudas o prestaciones para otros colectivos como las empleadas del hogar o los trabajadores temporales que han adquirido ahora derecho a una prestación.
Las pensiones, la partida principal
Las pensiones, sin embargo, siguen siendo el principal canalizador de este gasto, así como otras medidas aprobadas en 2019 como el incremento del permiso de paternidad, la mejora de la dependencia y el subsidio de desempleo para mayores de 52 años.
"La Airef mantiene su estimación del crecimiento del gasto en pensiones del 3,5% para 2020. Respecto a la composición del crecimiento, se considera que la revalorización ha sido del 0,9%, y se mantiene la hipótesis de que el efecto sustitución será del 1,6% y que a lo largo del año el número de pensiones crecerá un 1%, a pesar de que en los últimos meses el crecimiento ha sido menor", explican.
Además del gasto ya esperado en pensiones, el Estado ha tenido que asumir un desembolso superior de pago de prestaciones por incapacidad laboral temporal -para los enfermos de covid-19 o en aislamiento-.
El gasto público total subirá más de 10 puntos
El total del gasto público del Estado ascenderá este año hasta alcanzar un rango de entre el 52,2% del PIB y el 54,8%, según la Airef, entre 10 y 13 puntos de PIB más.
Además del 22% del PIB en transferencias sociales en efectivo, el Estado gastará alrededor del 13% del PIB en remuneración de asalariados; un 9-10% en consumos intermedios y subvenciones; un 4,7% en otros empleos, un 2,7% en inversión (Formación Bruta de Capital Fijo) y un 2,6% en el pago de intereses de la deuda.