La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, bajo la promesa de terminar de construir el muro en la frontera con México y aplicar medidas proteccionistas en sus relaciones comerciales, ha suscitado numerosas dudas entre los analistas, que están esperando a ver cómo se terminan de concretar ciertas medidas económicas. Pero Alfredo Mordezki, gestor del Santander Latin American Corporate Bond, cree que América Latina se encuentra en un buen momento para la inversión. “El efecto de Trump hoy por hoy está acotado a México, porque la región es menos homogénea de lo que parece. México, con el 85% de sus exportaciones a EEUU vía Nafta, puede ser más vulnerable a un cambio de reglas comerciales abrupto, que afectaría sobre todo a las compañías exportadoras, manufactureras. Pero, contrariamente a lo que parece, hay muy pocos ejemplos de este tipo. Existen muchas compañías mexicanas que tienen ya sus fábricas en EEUU, así que estas medidas pueden hacer daño por el sentimiento inversor o por el del consumidor”, explica.
El gestor señala otra peculiaridad de la relación comercial de los dos países norteamericanos. “Muchos productos atraviesan la frontera más de una vez porque pasan por distintas fases de producción, y el destino final puede ser EEUU o pueden representar las exportaciones mundiales a otro país”, señala Mordezki. “Lo que ocurrirá”, si se aplican las medidas arancelarias, “es que se incrementará el coste de la producción y terminará repercutiendo en el precio final que paga el consumidor estadounidense. Y habrá que ver cómo reacciona entonces”, subraya.
El fondo gestionado por Mordezki, centrado en bonos corporativos de duraciones cortas y que cerró el año pasado con un 16% de rentabilidad, ha reducido su exposición a México hasta un 11%, desde el 40% que llegó a representar a finales de 2015, porque “queríamos usar el patrimonio para invertir en Brasil y Argentina, donde pensamos que se encuentra el potencial de revalorización de aquí a dos años. Pero las compañías mexicanas no generan ningún temor”, apunta. El “dinamismo” del sector energético y los cambios regulatorios realizados por el gobierno de Macri, que han proporcionado “más transparencia y predictibilidad”, según Mordezki, han convertido de esta forma al país austral en uno de los principales argumentos de gestión del Santander Latin American Corporate Bond.
Marco estable
“Es un sector que nos gusta mucho por la prioridad política que se le está dando, para ofrecer un marco normativo estable, con contratos a largo plazo, a compañías que en muchos casos son actores con una experiencia de muchos años en el mercado. El gobierno ha sido capaz de aprobar numerosas leyes sin contar con mayoría absoluta en el parlamento, lo que dice mucho de su capacidad de negociación. En el sector energético está incrementándose sustancialmente la inversión, aunque quizá no es tan evidente como en otros sectores, como la construcción, donde se pueden ver las obras en las calles. Ajustar las tarifas supuso un 40% más de inflación, pero es buena porque procede de un reajuste de precios que se encontraban en niveles ridículos respecto a su precio de generación”, explica Mordezki.
El gobierno de Macri en Argentina ha sido capaz de aprobar numerosas leyes sin contar con mayoría absoluta en el parlamento, lo que dice mucho de su capacidad de negociación".
Esta preferencia por Argentina ha incrementado en la cartera del fondo los bonos con menor calificación crediticia, ya que las agencias internacionales todavía tienen bajo estudio la evolución de las compañías. “Nuestras notas o ratings no son idénticos, muchas veces discrepan. Las agencias son más prisioneras de su metodología que nosotros. Nuestra diferencia no es tanto en la forma de analizar un crédito sino en nuestro proceso de inversión. Y tenemos mucha más libertad para cambiar la calificación a una compañía si cambia nuestra visión sobre ella”, explica Mordezki.
“Con nuestra exposición a Argentina, se han ampliado bastante las empresas con B y -B. Posiblemente dentro de dos años, tengamos un fuerte sesgo hacia las BB, pero es que para nosotros ya lo son, por eso las calificamos así. Si siguen ofreciendo valor, seguirán en cartera. Y si no, cambiaremos de sectores”, asegura el gestor de Santander Asset Management.
Otro factor que influye en la preferencia del fondo por las empresas argentinas radica en que las emisiones de bonos están sirviendo para la expansión de sus proyectos, al contrario de lo que ocurre con las brasileñas, las colombianas o las peruanas, donde se están ejecutando emisiones para mejorar las estructuras de vencimiento, bien recomprando deuda a corto plazo bien recomprando deuda en el mercado local para rebajas los tipos de finanaciación, según Mordezki.
Petrobras
“De cara a este año seguimos bastante optimistas con los sectores cíclicos, empresas mineras y relacionadas con el metal y la energía. Con el precio del barril a los niveles actuales, las compañías latinoamericanas son solventes”, asegura el gestor, que pone de ejemplo a Petrobras. “La compañía ha vuelto al mercado recientemente demostrando que tenía acceso al refinanciamiento, ha bajado mucho sus costes operativos y todo eso ha hecho que sea una compañía más manejable para los problemas de liquidez que tenía a corto plazo y que las agencias de rating la penalicen menos. El país también ha enderezado el rumbo pero siempre es un barco más pesado y cuesta más realizar las maniobras”, subraya.
Pero el fondo no apuesta por “historias de hadas”, enfatiza el gestor, una tentación que pueden tener algunos inversores a la hora de centrarse en reestructuraciones corporativas de mercados emergentes. “No invertimos en compañías en riesgo de quiebra porque creamos que después el valor de sus activos vaya a ser superior al precio del bono actualmente. Nos gustan aquellas que son capaces de generar los flujos de caja suficientes para repagarte el cupón. No compramos pensando que vendrá otro a pagarlo”, señala Mordezki.
Sobre los riesgos que pueden afrontar las compañías latinoamericanas, además del tinte proteccionista de la nueva Administración Trump, Mordezki señala una probable subida de tipos de interés, que puede provocar “sustos” en los mercados, o algún elemento disruptivo en Europa. Pero, en general, cree que las empresas de la región se encuentran “en un buen momento.
Santander Latin American Corporate Bond, que acumula una rentabilidad anualizada a tres años del 14% y de casi el 9% anualizado a cinco años, según datos de Morningstar, invierte una parte considerable de su cartera en valores denominados en dólares, por lo que cualquier movimiento de la divisa norteamericana influye en el rendimiento de la cartera directamente, aunque el retorno se mide en euros. “La estrategia descansa en dos pilares: análisis fundamental y solvencia de los emisores, aparte de la diversificación. Somos inversores de crédito y este tipo de carteras tienen que estar diversificadas”, afirma el gestor, a quien le gusta resaltar que cuenta con un equipo de analistas senior ubicados en la región: Maria Aramoni (Mexico DF), Marcelo Peixoto (Sao Paulo) y Javier Vieiro (Buenos Aires), además de John Montgomery, Juan Pablo Berrios y Tiago Rego en Londres y Maria Teresa Martinez Bravo en Madrid.