En medio de un año, como ha sido 2015, marcado por una tremenda volatilidad de los mercados, los ahorradores han vuelto a depositar su confianza en los fondos de inversión, que han alcanzado ya los 223.000 millones de euros en activos bajo gestión.
Ha sido el tercer año consecutivo de crecimiento patrimonial, con un aumento de 25.500 millones de euros respecto al ejercicio anterior, de los que 23.400 millones corresponden a suscripciones netas de los inversores. Es decir, que los partícipes a pesar de la escasa visibilidad de la rentabilidad en los activos bajo gestión han preferido mantener su apuesta por el producto fondo para colocar su dinero.
Y han seguido apostando por introducir más riesgo en sus carteras, ya que los fondos mixtos han experimentado un crecimiento neto de casi 39.000 millones de euros, de los que más de 27.000 millones pertenecen a los fondos mixtos de renta fija.
Ambas categorías representan ya casi el 40% del patrimonio total que manejan los fondos de inversión, mientras que los fondos garantizados, que llegaron a aglutinar antes de la crisis casi la mitad del patrimonio, han quedado relegados a menos de un 10% de los activos bajo gestión, con 22.000 millones de euros, y una pérdida constante de volumen.
Los fondos de rentabilidad objetivo, que vinieron a suplir a los garantizados con la crisis financiera, también han perdido fuelle, con 14.300 millones de euros en activos bajo gestión, menos de un 6% del patrimonio total de los fondos de inversión.
En esta apuesta por los fondos de inversión, durante 2015 los inversores no han contado con el aval de la rentabilidad en los productos con mayores captaciones, puesto que los fondos mixtos de renta fija han sufrido una caída del 0,08% de su rendimiento, mientras que los fondos mixtos de bolsa han ofrecido un 1,21%, un porcentaje más que aceptable teniendo en cuenta la escasa remuneración de otros productos financieros.