La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) retrasa la aprobación de la gran fusión de los repartidores de prensa. El regulador ha acordado iniciar una segunda fase para analizar más en profundidad los detalles de la integración de Boyacá y la Sociedad General Española de Librería (SGEL), los dos principales operadores del sector, al apreciar que la integración propuesta podría dar lugar a un gigante con excesivo dominio del mercado.
Así consta en un informe elaborado por la Dirección de Competencia consultado por Vozpópuli en el que se señala que el Consejo de la CNMC acordó el pasado 11 de mayo iniciar la segunda fase del procedimiento “por considerar que la citada operación de concentración puede obstaculizar el mantenimiento de la competencia efectiva en los mercados considerados”.
La dirección que encabeza Beatriz de Guindos señala que, por un lado, la operación afecta a la distribución mayorista de publicaciones periódicas (tiradas por provincias, seguimiento de ventas por puntos de venta, almacenamiento, preparación de paquetes, gestión de las devoluciones, gestión de los pagos y cobros a los puntos de venta y subcontratación del transporte local) y, por otro, al mercado de transporte de publicaciones periódicas “que abarca el transporte de las publicaciones desde el centro de impresión a la distribuidora regional”.
El informe va más allá e incluso apunta a un posible escenario monopolístico si se aprobase la fusión tal y como está planteada: tanto Boyacá como SGEL "operan en el mercado de distribución mayorista de revistas a nivel nacional y en algunas regiones y, por lo tanto, la concentración supone la desaparición de la competencia entre ellas, que son además operadores con cuotas de mercado significativas”. También desaparecería la competencia potencial “en la distribución mayorista de diarios” donde actualmente solo opera Boyacá.
Puede aprobarse con compromisos
Y es que tal y como señala Competencia, la operación no solo reforzaría a la compañía resultante a nivel nacional, también en varias regionales, lo que fortalecería su poder negociador “frente a editores, puntos de venta y otros distribuidores”. A la postre, esto podría derivar en una posible imposición de condiciones comerciales más perjudiciales.
Cuando notificaron la fusión a la CNMC a comienzos de marzo, Boyacá y Sgel explicaron que la operación generaría importantes eficiencias y que es la única manera de asegurar a medio plazo la sostenibilidad del negocio y la subsistencia de la actual red de distribución.
Tras la elaboración de este informe se abre un plazo de diez días para que las partes afectadas presenten sus alegaciones. Tras iniciar la segunda fase, la CNMC tiene un plazo máximo de dos meses para resolver la operación, que podría ser aprobada con compromisos.
La nueva empresa, participada por Boyacá y SGEL, asumirá los negocios de las partes relacionados con la distribución de publicaciones periódicas (prensa, revistas y coleccionables) y, en el caso de Boyacá, también parte del transporte de este tipo de publicaciones.