El Gobierno de Pedro Sánchez ha abanderado la causa de la transición ecológica y ha anunciado su compromiso con el planeta, llegando incluso a declarar la emergencia climática y a comprometerse a aplicar 30 líneas de acción, cinco de las cuales se ejecutarán en los primeros 100 días de Gobierno.
Entre esas medidas figuran "la remisión al Parlamento del proyecto de Ley de Cambio Climático, la definición de la senda de descarbonización a largo plazo para asegurar la neutralidad climática en 2050 y la creación de una Asamblea Ciudadana del Cambio Climático que incluirá la participación de los jóvenes", según anunció el propio Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que lidera Teresa Ribera.
Esa promesa de descarbonización choca, sin embargo, con la compra de carbón por valor de 27,6 millones de euros que ha sido anunciada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para la empresa pública de minería Hulleras del Norte S.A. (Hunosa), ubicada en el Principado de Asturias y que es propiedad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
En concreto, se ha licitado el suministro para dos años (2020 y 2021) de 111.000 toneladas al año de combustible de carbón por un valor total de 23,5 millones de euros, y la compra de 9.000 toneladas al año de carbón de uso doméstico tipo granza-hulla, por 4,1 millones.
Ambos combustibles parece que se utilizarán en su central térmica y en el lavadero Batán, ubicado en Mieres, en el que la compañía trata el carbón y prepara 400 toneladas de mineral por hora.
Es una "decisión empresarial"
A pesar de que la compañía es pública, desde el Ministerio de Transición Energética se desligan de esta compra y explican a Vozpópuli que responde a una decisión empresarial.
Recuerdan que las centrales térmicas que no cumplían la normativa comunitaria se vieron obligadas a cerrar, pero que aquellas que sí hicieron las inversiones necesarias para cumplir la normativa de contaminación "tienen libertad para seguir operando y comprar el carbón que consideren".
El Gobierno no decide qué centrales se cierran y cuáles no", defienden en el Ministerio
Además de dedicarse a labores de minería y extracción y disponer de un lavadero, Hunosa cuenta también con una central térmica en La Pereda, que también podría alimentarse con este combustible.
La compañía aprobó el año pasado su Plan de Empresa 2019-2027, con el que inició un "muy ambicioso proyecto de transformación como empresa minera hacia un futuro centrado en la energía y el medio ambiente”, según explica en su página web, si bien eso no impide que siga alimentándose de carbón para producir energía, a pesar de ser un combustible altamente contaminante.
Según explica el medio asturiano El Comercio, el futuro de la compañía cuando desaparezca el carbón pasará por la utilización de otros combustibles como la biomasa, y por la apertura de nuevos nichos de negocio como el suministro de calor por geotermia de agua de mina, la energía eólica o la hidráulica.