El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, lo tiene claro: España puede crecer a un ritmo del 2,5% durante los próximos tres o cuatro años si no se cometen errores, si se mantiene la estabilidad política y si se sacan adelante los Presupuestos Generales del Estado, que el Gobierno va a llevar al Congreso en las próximas semanas.
En un desayuno organizado por la Cámara de Comercio de EE.UU., el minsitro ha reconocido que el hecho de que la economía haya crecido a un 3,2% en 2016 no permite ser complacientes porque una recuperación así puede anestesiar al país. "No va a durar toda la vida", ha advertido.
Eso sí, ha asegurado que los riesgos exteriores son superiores a los nacionales, gracias a que España ha salido del foco de la incertidumbre política europea, centrado ahora en otros países como Holanda o Francia. Y esto, según Guindos, es una circunstancia que hay que aprovechar.
Pero hay un problema: el Gobierno solo tiene 137 diputados y, aunque ha sido capaz de sacar adelante reformas importantes, comparte la responsabilidad de sacar adelante el país con el resto de grupos. Por ejemplo, España aún no tiene Presupuestos y sería importante contar con un apoyo suficiente en el Parlamento para sacarlos adelante. "Pero eso no está garantizado", ha reconocido.
Al Congreso en las próximas semanas
En este sentido, ha asegurado que el Gobierno los llevará al Congreso en las próximas semanas y ha pedido indirectamente a los grupos que apoyen al Gobierno en esta tarea, porque la señal política que enviaría España si no es capaz de sacar adelante el Presupuesto en el primero año de la legislatura, no sería la más adecuada.
Aunque presupuestariamente no pasaría mucho porque la prórroga garantiza el cumplimiento del déficit, sí sería un problema político. Por eso, ha hecho un llamamiento a los grupos para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la situación económica para asentar la recuperación. "El futuro está en nuestras manos, espero que la sensatez y madurez nos permitan aprovechar estas circunstancias", ha dicho.
El ministro reconoce que un cambio de política por parte del BCE no sería bueno para España
Guindos no solo está preocupado por los Presupuestos. Reconoce también que un posible cambio de la orientación de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE) podría afectar a España. Sabe que algunos países reclaman este cambio por los últimos repuntes de precios, pero cree que la política actual es la adecuada y que él organismo presidido por Mario Draghi no debería dejarse llevar por una inflación demasiado influída por el precio de la energía.
Y España sería muy vulnerable a esta subida. "Una subida de tipos cuando hay que emitir 350.000 millones se reflejaría en los balances financieros de las empresas, las familias y del propio Gobierno", ha dicho Guindos durante su participación en un desayuno organizado por la Cámara de Comercio.
