Los contribuyentes tendrán que abonar 94,5 millones de euros más en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por la modificación en la reducción de la base imponible que se producía en este tributo por invertir en planes de pensiones privados.
Así se deduce del anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, que ha sido depositado este miércoles en el Congreso de los Diputados para su tramitación parlamentaria, y en el que se incluye una reducción de 2.000 a 1.500 euros de lo que puede deducirse en el IRPF por aportaciones a sistemas de previsión social.
Ya en 2021 el Gobierno aprobó una bajada de este límite de 8.000 a 2.000 euros anuales, después de conocerse un estudio sobre eficiencia del gasto público de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) sobre beneficios fiscales que cuestionaba que cumplieran su finalidad.
En las cuentas del próximo año, el Ejecutivo vuelve a bajar este límite hasta los 1.500 euros. "La Comisión Europea y la Airef advierten del carácter regresivo y distorsionador de este beneficio fiscal. Más del 70% de los partícipes que realizan aportaciones invierte menos de 1.500 euros al año", se justifica el Gobierno.
Si el año pasado este beneficio fiscal en IRPF suponía una merma de recaudación de 936,7 millones de euros, en esta ocasión supondrá 842,18 millones menos, con lo que el Ejecutivo ingresará 94,5 millones de euros más que si se mantuviera el beneficio fiscal inalterado, es decir, los contribuyentes abonarán 94,5 millones más.
Esta medida de reducción del limite se compensa con un incremento en la cantidad máxima en el supuesto de contribuciones empresariales de compañías o empleados a planes de empleo, que pasa de 8.000 euros anuales a 8.500.
Aunque la norma entra en vigor ahora, no afectará en términos de caja -del momento efectivo en el que entra el dinero en las arcas públicas- hasta el año 2023, en que se efectuará la declaración de la renta del año 2022.
Casi la mitad de la recaudación procederá del IRPF
En conjunto, el Ejecutivo prevé un incremento de la recaudación fiscal del 8,1% para 2022, animada además de por el crecimiento económico por el efecto de la inflación.
El impuesto que más rendirá será precisamente el IRPF, del que Hacienda prevé ingresar 100.132 millones de euros, un 6,7% más que en el año 2021. "Las rentas de los hogares se incrementan un 3,5% debido a la mejora de la economía, la creación de empleo y la reducción de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE)", explica el ministerio de María Jesús Montero, que achaca también el incremento a la subida del impuesto a las rentas más altas que entró en vigor ya este ejercicio.
El IVA aportará 75.651 millones de euros, un 9,5% más, impulsada por el consumo de los hogares; el Impuesto de Sociedades, 24.477 millones de euros, lo que supone un incremento del 11,8% por la mejora de los beneficios empresariales y de las bases imponibles; y los Impuestos Especiales darán 21.843 millones, 8,2% más.
"El Impuesto de Hidrocarburos crece un 7% por el fin de las restricciones de la movilidad y el Impuesto al Alcohol se eleva un 8% por la reducción de las restricciones de aforo adoptadas para combatir la pandemia", apuntan.
Además del cambio del beneficio fiscal por invertir en planes de pensiones, las únicas dos medidas fiscales aprobadas en el nuevo proyecto de Presupuestos son el establecimiento de un tipo mínimo del 15% sobre base imponible en el Impuesto de Sociedades y la reducción de la bonificación para las entidades dedicadas al alquiler de viviendas, desde el 85% al 40%. Con ambas medidas el Ejecutivo prevé recaudar 421 millones adicionales.