El Gobierno ha reducido a un tercio la recaudación fiscal prevista con el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, conocido como 'tasa Google', y el Impuesto sobre Transacciones Financieros, llamado 'tasa Tobin', al pasar de 1.800 a 600 millones de euros.
Según recoge la sección de ingresos del anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2022, la 'tasa Tobin' -que grava la compraventa de acciones de bolsa española- permitirá ingresar 372 millones de euros a la Agencia Tributaria el próximo ejercicio, mientras que la 'tasa Google', que repercute a algunos servicios digitales, tan sólo aportará 225 millones.
Ambas estimaciones chocan frontalmente con la estimación que manejaba Hacienda al elaborar los presupuestos de 2021, los primeros en los que aparecían estas figuras tributarias, cuando preveía ingresar 968 millones por la 'tasa Google' y 850 millones con la 'tasa Tobin', un 76,7% y un 56% más respectivamente.
Hacienda ha recortado drásticamente la previsión de ingresos de ambos tributos a la vista de su pobre comportamiento en 2021.
Según el último informe de recaudación de la Agencia Tributaria, del mes de agosto, el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales acumula unos ingresos de 92 millones de euros en lo que va de año, mientras que el de Transacciones Financieras ha permitido ingresar 185 millones.
Recaudación insuficiente de ambas tasas en 2021
Para que se cumplieran los pronósticos, la 'tasa Google' debería ingresar en lo que resta del año casi 900 millones (diez veces más de lo conseguido hasta la fecha) y la 'tasa Tobin', 660 millones, tres veces más.
El Impuesto sobre Transacciones Financieras grava con un 0,2% las operaciones de adquisición de acciones emitidas en España de empresas cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a 1.000 millones de euros.
Por su parte, el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales sirve para gravar determinadas operaciones de la economía digital que hasta 2021 no tributaban.
Establece un tipo del 3% a los ingresos generados por servicios de publicidad en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario, si bien únicamente afecta a empresas con ingresos anuales mundiales de al menos 750 millones de euros e ingresos en España superiores a 3 millones de euros.
Aunque este tributo está ya en vigor en la legislación española, los países de la OCDE están negociando para consensuar un impuesto común que grave este tipo de servicios de multinacionales.