El fenómeno audiovisual del momento se llama Juego de Tronos. Es innegable. Está en boca de políticos, empresarios, periodistas, compañeros de trabajo...
No hay quien no utilice la serie o a alguno de sus personajes para hacer un símil con una situación cotidiana. Son pocos quienes no han sucumbido a su magnetismo.
El 17 de abril se estrenó la nueva temporada, y van ocho con ésta. Los más fieles se levantan a las tres de la mañana, cada siete días coincidiendo con el horario de emisión en Estados Unidos, para ver el último capítulo de la saga.
Sin embargo han sido muchos seguidores de la serie los que se han quejado de la mala calidad de imagen de la misma. Sólo hay que darse una vuelta por Twitter para comprobarlo.
La aplicación para consolas sigue siendo una basura: los subtítulos van desincronizados, la calidad de imagen deja mucho que desear y ahora mismo me es imposible ver el episodio de juego de tronos. Lo peor, es que tienen otra aplicación en otros países y no la portan a España...
— José García Díaz (@ErChiky) May 6, 2019
@HBO deberían repetir el episodio 3 de Juego de Tronos en mejor calidad de imagen (luz). @GameOfThrones
— Paulina Alarcon (@paulina_alar) May 3, 2019
Comentario sin Spoiler del capítulo de Juego de Tronos. La calidad de la imagen en HBO es mala tirando a muy mala. Avisados quedais los que aun no lo habeis visto.
— Luis Miguel García (@lmgs92) April 29, 2019
Los motivos por los que la serie no se ve a la calidad que los usuarios demandan pueden ser varios, veamos cuáles pueden ser.
Servidores y mala conexión
Si la serie se ve en streaming -sin descargar al equipo- la conexión puede estar detrás de la mala calidad. La tarde o noche es el momento del día en que los operadores reciben la mayor demanda de tráfico. Es lógico, dado que a esa hora es cuando llegamos a casa y utilizamos la Red para disfrutar: series, gaming, descargas... Esto no debería ser un problema en prácticamente ninguna conexión de fibra óptica si se hace un uso normal.
Harina de otro costal es que el operador, por causas técnicas, no entregue la velocidad contratada por el usuario. Aunque por norma general nunca dan el ancho de bando firmado, en el caso de la fibra sí se suele recibir una cantidad cercana a lo pactado.
La ubicación de los servidores desde los cuales HBO distribuye la serie es también un factor importante a la hora de recibir con calidad los contenidos. Su cercanía, lejanía o número puede retrasar el envío de la señal. De igual forma, la saturación de los servidores puede ser otro de los factores de la baja calidad comentada por algunos usuarios.
El 15 de abril los servidores de HBO, productora de la serie, colapsaron, según la página Down Detector, dedicada a desvelar caídas de servicios online. El motivo es sencillo. Muchas personas trataron de ver al mismo tiempo a Juego de Tronos y accedieron a la vez a los servidores para disfrutar del último capítulo. Sucede lo mismo que cuando comienzan las vacaciones y todo el mundo se lanza al mismo tiempo con el coche a las carreteras. ¿Qué sucede? Que el tráfico se ralentiza, se detiene. Lo mismo que pasó con las reproducciones en streaming llegado el caso.
Si sospechas que hay alguna de estas causas detrás de la mala calidad de la imagen de Juego de Tronos, lo recomendable es que te descargues la serie para descartar que se trate de un problema de streaming.
Mal visionado de la descarga
Descargas el capítulo de la serie pero al reproducirlo, de nuevo, la calidad no es la deseada. ¿Qué pasa ahora?
Cuando descargas una serie para ver en un dispositivo debes hacerlo a la mayor calidad posible si quieres tener la posibilidad de verlo de la mejor manera posible. Así las cosas, es posible que tampoco logres disfrutar de una buena calidad.
Esto se debe a que la descarga implica una compresión previa de las imágenes. Por el camino se pierde mucha información que luego no se muestra en pantalla, que no se puede reproducir o que nuestro reproductor no es capaz de desentrañar. En el caso del tercer capítulo de la última entrega, en los que la oscuridad era la tonalidad predominante, esto resultó ser un problema. Poca información disponible para interpretar pero muchas y distintas tonalidades de negros y grises. Ruido visual asegurado.
Mala calibración del televisor
Los televisores deben calibrarse para mostrar las imágenes como mandan los cánones. Es posible que, en esos capítulos con mayoría de tonos negros y grises, una mala calibración del televisor no te haya permitido ver Juego de Tronos con una calidad decente.
Televisor antiguo
Si tu equipo está bien calibrado pero sigues con problemas la causa puede ser otra. Las televisiones antiguas pierden definición, luminosidad y nitidez con el uso.
Hablamos de una serie, Juego de Tronos, producida para disfrutar, incluso, en calidad 4K. Los televisores entrados en años no van a ser capaces de mostrar esta calidad, ni tampoco la nitidez y definición de tonalidades en otras calidades que sí pueda reproducir.
Mala producción
Si el problema no es ninguno de los anteriores, el dedo acusador debe señalar a los responsables de la serie. Michael Saponhnick, su director, explicó que trató de jugar con los tonos oscuros en la gran batalla del tercer episodio de la octava temporada, para lo cual tomó como referencia la Batalla del Abismo de Helm en El Señor de los Anillos, de Peter Jackson.
Algo similar a lo que pretendía el director de fotografía de Juego de Tronos, Fabián Wagner. Su intención era que la luz transitara al ritmo de los personajes, algo que, visto lo visto, es posible que no haya conseguido.