Economía

La carencia de repuestos fuerza a Renfe a "canibalizar" máquinas para repararlas

Algunos de los trenes del operador ferroviario son desguazados para reparar con sus piezas otras unidades

  • Talgo S106 o Talgo Avril

La situación de los talleres en los que se reparan los trenes de Renfe es crítica. Así lo ha denunciado Rafael Escudero, portavoz del Sindicato Ferroviario (SF). Escudero ha manifestado a este diario la última de las sorprendentes prácticas que se realizan en los talleres del operador público ferroviario en el que se han de reparar los trenes que han sufrido problemas.

La escasez en el suministro está obligando a desguazar trenes enteros para reparar otras otras unidades. "Es un problema que llevamos sufriendo un año y medio, pero no nos hacen ni caso. Hace unos días nos reunimos para ponerlo en conocimiento tanto del ministro de Trransportes, Óscar Puente, como de Raül Blanco, presidente de Renfe". El portavoz de SF añade, además, que sucede especialmente con trenes de Cercanías y media distancia.

Se trata de una práctica calificada como "canibalizar" máquinas que pone de relieve los grandes problemas en la cadena de suministro y a la hora de conseguir piezas para reparar trenes con fallos. Guerrero ha explicado que con una de las unidades desguazadas se pueden arreglar varias de las averiadas.

Por su parte, desde el sindicato CSIF explican a este diario que el problema es que hay "más trenes en circulación y falta inversión". Además, apuntan que "el problema no es solo de Renfe, ni mucho menos, también es de Adif y del Ministerio de Transportes".

Los trenes más problemáticos son las últimas unidades recibidas por Talgo. En 2016 Renfe lanzó un concurso público para adquirir 30 unidades para su servicio de alta velocidad (AVE). Se lo acabó adjudicando Talgo con un 43% de rebaja sobre el precio inicial de licitación. Algo por lo que Alstom, que competía en el concurso, puso el grito en el cielo

Los que más problemas dan son los de Talgo

Los trenes más problemáticos son las últimas unidades recibidas por Talgo. En 2016 Renfe lanzó un concurso público para adquirir 30 unidades para su servicio de alta velocidad (AVE). Se lo acabó adjudicando Talgo con un 43% de rebaja sobre el precio inicial de licitación. Algo por lo que Alstom, que competía en el concurso, puso el grito en el cielo.

Talgo ganaba el contrato por 1.495 millones de euros, lo que suponía casi la mitad de rebaja sobre el precio inicial de la licitación. Esto suponía un ahorro de 1.200 millones de euros. Del total de los 30 trenes que se entregaron al operador público ferroviario alrededor de 20 llegaron a estar parados en reparación.

Un escenario insostenible, al que hay que sumar los reiterados retrasos e incidentes como el del pasado fin de semana, con el descarrilamiento de un tren en Madrid con casi 14.000 usuarios afectados. Los retrasos en las unidades de Talgo han empujado a Renfe a reclamar 167 millones de euros en indemnizaciones por las demoras en las entregas, y una cantidad aún por determinar por los problemas en los S106. Prácticamente en paralelo a las demoras por los problemas en los trenes, Puente anunciaba nuevas condiciones para las indemnizaciones por retraso. Ahora son casi calcadas a las de su competencia, cuando hasta hace solo unos meses era la que mejor compensaba al cliente en caso de retraso.

 

 

 

 

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