Hay dos incógnitas y una evidencia en torno al polémico intento de 'despido' en la cúpula del Banco de España. La acción la protagonizó el titular de Economía, Carlos Cuerpo, cuando 'invitó' a la consejera Judith Arnal a renunciar a su puesto. La maniobra del ministro ha prendido un incendio interno en la institución, sólo 24 días después de que jurara el cargo ante el Rey el nuevo gobernador. Lo peor es que José Luis Escrivá llevaba tres semanas afanándose en apagar el fuego que desató su designación.
La intentona de Cuerpo es polémica porque choca frontalmente con la Ley de Autonomía de la institución. Recordemos: el pasado día 30 de septiembre, citó en su despacho a Arnal. Paradojas del destino: Cuerpo sustituyó a Nadia Calviño en el cargo y Arnal llegó al Banco de España tras escudar a la vicepresidenta económica como jefa de gabinete. El ministro instó a la consejera a renunciar, a pesar de que entró en el Consejo de Gobierno hace apenas un año y tiene por delante cinco años de mandato.
Fuentes conocedoras del encuentro aseguran que Arnal, doctora en Economía y Empresa, técnico comercial y economista del Estado, abandonó el despacho con el semblaste descompuesto, al borde casi de las lágrimas, en comprensible estado de auténtico 'shock'. Quienes la han tratado en los últimos días aseguran que aún no ha salido de su asombro.
La consejera abandonó el despacho con el semblaste descompuesto, al borde de las lágrimas, en estado de auténtico 'shock'
Arnal se marchó del despacho analizando qué opciones tenía para seguir en el cargo, para el que fue elegida hasta 2027. El despido era, más que improcedente, ilegal, ya que el Gobierno no tiene la potestad de moverle el asiento. Las mismas fuentes relatan que fue Escrivá quien se rebeló inmediatamente contra el ministro de Economía. En ese instante cuando el ex ministro y ex presidente de la AIReF vio una oportunidad para hacer de la necesidad virtud. Cuerpo le había regalado un argumento para mejorar su imagen, frente a quienes le acusan por falta de independencia.
En lugar de encajar la decisión ministerial, Escrivá tranquilizó a Arnal y le aseguró su permanencia en el puesto. Después, en vez de ocultar la maniobra gubernamental, empezó a admitirla, primero en privado y, posteriormente, en público. "El Banco de España, desde la perspectiva de que hay que preservar la independencia, se ha comportado impecablemente en todo este asunto. Y además, por supuesto, la consejera Arnal ha tenido todo el apoyo del banco", aclaró este lunes en RNE.
Escrivá consideró que la transparencia le daba puntos en su carrera por lucir como un gobernador independiente. Y más puntos aún le dio la opacidad del ministro de Economía. "No voy a entrar a comentar y mucho menos a especular sobre el contenido de ninguna reunión", aseguró, el mismo día, Cuerpo en Luxemburgo.
Una vez aclarado el futuro de Arnal, que seguirá en su puesto, lo sucedido deja en el aire una incógnita sobre el tiempo y otra sobre las formas. Dentro y fuera del Banco de España chirría con estrépito que el ministro en persona protagonizara la maniobra, en lugar de delegarla en alguno de sus lugartenientes. "Aunque obedeciera órdenes del propio Pedro Sánchez, podría haber encargado la misión de tantear a Arnal y, por supuesto, a Escrivá, antes de dar ningún paso", señalan fuentes próximas.
Vacante reciente en el Banco de España
No chirría menos el hecho de que el Ministerio necesite levantar de su asiento a una consejera para colocar a otro, cuando hace solo un mes había se quedó una silla vacía. El nombramiento de Soledad Núñez como subgobernadora liberó su puesto en el Consdejo de Gobierno. Acabó ocupándalo Lucía Rodríguez, hasta entonces subdirectora general de Endeudamiento Público en la AIReF y ex asesora de Calviño. Si a Pedro Sánchez le convenía tener un 'gesto' con algún socio parlamentario -Junts o PNV-, tenía la excusa perfecta. El Gobierno también podría haber esperado a la próximo relevo para cumplir cualquier hipotética promesa (en 2026 caduca el mandato de Francesc Antich).
Las dos incógnitas no ocultan una certeza. Fuentes internas del Banco de España consideran que el ministro ha actuado con "enorme torpeza", al poner "zancadillas" al gobernador desde el principio. Para algunos observadores, los hechos tienen también aroma a 'venganza'. Es conocido que Cuerpo no contaba con Escrivá entre sus candidatos favoritos a gobernador. También lo es que ambos no tenían la mejor de las relaciones cuando coindieron bajo el techo de la AIReF, entre 2016 y 2020, con Escrivá como presidente y Cuerpo como subordinado.
Por ahora, la mecha sigue prendida y el gobernador tiene un trabajo extra para alejar el fantasma de la politización. Sigue perdiendo el Banco de España. Fuentes próximas a la cúpula recuerdan por qué: "Se constanta de nuevo que el Gobierno sigue teniendo una percepción patrimonial de los puestos estatales, incluidos los de las instituciones independientes. Eso es lo realmente grave".
