Economía

La masiva llegada de eléctricos chinos pone en peligro el empleo en las fábricas españolas

La lentitud con que avanza el coche eléctrico en España, producción incluida, y el rápido avance de las marcas chinas podría poner en peligro, según Stellantis, el empleo en nuestras plantas

  • La velocidad con que ha irrumpido el coche eléctrico chino preocupa en la producción de las plantas españolas.

El sector del automóvil se encuentra en plena transformación hacia el coche eléctrico, un salto que está siendo complejo en todos los aspectos, desde la parte industrial a las enormes dudas que todavía genera entre los usuarios. Y a todo ello se ha unido el hecho de haber abierto Europa las puertas de par en par a los fabricantes chinos, que están expandiéndose con enorme facilidad en casi todos los mercados europeos.

Tanto, que Stellantis considera que Europa en general, y España en particular, avanzan con demasiada lentitud en crear las condiciones para la electrificación del parque automotor con producción nacional y que esto explica el veloz aumento de la entrada de vehículos eléctricos chinos, lo que puede mermar el empleo generado por esta industria.

"Estamos viendo llegar los coches chinos a gran velocidad. Estos vehículos cuentan con apoyo estatal, probablemente están subsidiados y no pagan los mismos aranceles que paga un automóvil europeo que entra en China, entonces no es una competencia justa", ha señalado el director de Operaciones para Europa Ampliada del grupo automotriz, Uwe Hochgeschurtz, en una entrevista con Efe.

Según las cifras que maneja, los vehículos eléctricos chinos ya representan en Europa más del 5% de la venta en este segmento, "cuando hace cinco años era cero, así que estamos ante un salto importante".

El ejecutivo consideró que los responsables políticos deben tener un sentido de urgencia a la hora de valorar las ayudas que necesitan los fabricantes para realizar las inversiones necesarias, puesto que "la alternativa es importar coches chinos, en cuyo caso se cierran las fábricas donde tenemos tecnología y vehículos producidos en España".

Stellantis genera actualmente 15.000 puestos de trabajo directos en España y tiene tres fábricas (Vigo, Madrid y Zaragoza) donde produce trece modelos 100% eléctricos (el 14% de su producción nacional).

En 2023, una de cada cinco matriculaciones en España fue de vehículos electrificados de alguna de sus marcas (100% eléctricos o híbridos enchufables).

"Lo que digo es que todos debemos partir de las mismas condiciones y que no hay que destruir la competitividad de los fabricantes europeos para alcanzar un objetivo", dijo, en referencia a que a partir de 2035 no se podrán matricular automóviles que no sean eléctricos en la Unión Europea.

Sobre la investigación de oficio que la Comisión Europea ha iniciado sobre los subsidios de China a su industria automovilística, Hochgeschurtz dijo que la industria europea no puede cruzarse de brazos a la espera de los resultados.

Sí en Europa, no en EE.UU.

"No puedo decirle a mi gente que trabaja en las fábricas que ya no producimos, que esperamos un año o dos el resultado de las investigaciones y que ya veremos. Si lo hacemos, los chinos venderán más en Europa porque no pueden vender en Estados Unidos. Solo nos venden a nosotros porque les hemos abierto las puertas y tendido la alfombra roja", lamentó.

La importación de vehículos chinos a Europa está gravada con un arancel del 10%, mientras que en Estados Unidos deben pagar un 27,5%.

Sobre el mayor atractivo que Marruecos podría tener para Stellantis frente a España o Italia, como lo ha dado a entender el máximo responsable ejecutivo del grupo en comentarios públicos, Hochgeschurtz aseguró que mientras en España se cumplan las reglas básicas de calidad y competitividad, "seguiremos allí".

"Hoy España es competitiva, pero la competitividad no es algo que se gana y luego nos relajamos, es algo en lo que hay que trabajar día a día", agregó.

El ejecutivo mencionó que uno de los aspectos que más afecta a la competitividad europea es el alto precio de la energía y advirtió de que "no es posible producir a los precios actuales cuando se puede producir por mucho menos en Estados Unidos o China".

"Así que tenemos que hacer algo con esto urgentemente. Es cuestión de impuestos, de fuentes de energía, de concentrarse en nuevas tecnologías", indicó.

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