La orilla izquierda de la Península Ibérica convulsiona de nuevo, y pone de los nervios a todos los países periféricos y a toda Europa. El lunes, el ministro de Finanzas luso Vítor Gaspar (perteneciente al partido del premier Pedro Passos Coelho PSD) dimitía de su cargo y el martes, el titular de Exteriores Vítor Gaspar (del partido que hace coalición o CDS-Partido Popular) hacía lo propio. Este martes por la noche, el primer ministro portugués anunciaba que no aceptaba la dimisión de Gaspar y pedía estabilidad. Pero los mercados han respondido a esta situación con miedo, y el bono portugués vuelve a dispararse hasta niveles de alta tensión: de un 6,7% a un 8% en tan sólo un día.
A las 11 AM, sin embargo, el bono luso moderaba su vertiginoso ascenso y se colocaba en el 7,6%. Detrás de él, todos los bonos periféricos suben: Grecia hasta el 11,56%, Irlanda supera el 4%, España llega al 4,7% acercándose peligrosamente al 5% e Italia le sigue justo por debajo en el 4,5% de interés. La que más se beneficia de la inestabilidad de los mercados es, como casi siempre, Alemania, su 'bund' baja del 1,7% al 1,6%.
Por su parte, también la renta variable portuguesa está padeciendo uno de sus peores días en los últimos meses este miércoles. A las 14 horas, el índice PSI luso perdía más de un 5,6%.
Todas las bolsas europeas están cayendo con fuerza al hilo de esta convulsión portuguesa: antes de una hora de abrir el Ibex pierde un 3,33%.
