La agencia de calificación de riesgos Fitch ha retirado la nota máxima, la 'triple A', al Reino Unido, rebajándola en un escalón hasta 'AA+' con perspectiva estable. Fitch sigue así los pasos de Moody's, que el pasado mes de febrero ya retiró a Reino Unido la máxima calificación, mientras que Standard & Poor's mantiene la 'AAA', aunque con perspectiva negativa.
Fitch concluye así el proceso de revisión para una posible rebaja que comenzó el pasado 22 de marzo. Según explica, esta decisión refleja principalmente una perspectiva fiscal y económica "más débil", por lo que la agencia hace una revisión al alza de sus previsiones de déficit y deuda pública a medio plazo. Según las nuevas previsiones de la agencia, la deuda bruta alcanzará un máximo de 101% del PIB en 2015-2016 y sólo comenzará a descender de forma gradual a partir de 2017-2018, frente a la media del 50% que ostentan los países 'AAA'. Además, este dato empeora su anterior estimación de un máximo del 97%, con inicio de la senda descendente en 2016-2017.
Así, recuerda que anteriormente ya había avisado de que si no lograba estabilizar la deuda por debajo del 100% del PIB y colocarla en una senda descendente en el medio plazo, recortaría el rating el país. "El espacio fiscal para absorber más shocks adversos económicos y financieros no es coherente con el de un rating 'triple A'", agrega. En su opinión, unos niveles de deuda y déficit mayores de lo previsto refleja el "débil crecimiento" de la economía británica en los últimos años, debido en parte al impacto del desapalancamiento del sector público y privado y a la crisis de la eurozona.
La agencia incide en que, a pesar de perder la condición de emisor 'triple A', Reino Unido mantiene un "muy sólido perfil crediticio", como reflejan su calificación 'AA+' y su perspectiva 'estable'. De esta manera, señala que su actual calificación está respaldada por una economía "flexible, diversificada y de altos ingresos", por el elevado grado de estabilidad política y social y por su política monetaria y su divisa, que aportan una elevada flexibilidad en la política económica y financiera.