STC, empresa de telecomunicaciones de Arabia Saudí, recibirá el plácet por parte del consejo de ministros dentro de dos semanas para culminar su entrada en Telefónica, según indican fuentes conocedoras a Vozpópuli. La luz verde de la operación será validada en la reunión semanal del Ejecutivo de Pedro Sánchez del martes 5 de noviembre.
Esta fecha tiene una mayor carga puesto que la empresa de telecomunicaciones presentará días antes los resultados pertenecientes a los tres primeros trimestres del año, en los que los analistas volverán a medir el crecimiento de Telefónica.
Así, Arabia Saudí controlará el 9,9% del capital social de la operadora española, tras más de un año de espera. STC adquirió el 4,9% de forma directa y actualmente ya es uno de los principales accionistas de la compañía, si bien estaba a la espera de la validación del Gobierno para poder escalar a la cifra anteriormente citada. El resto de títulos lo tenía en forma de instrumentos financieros, pero una vez que se dé el visto bueno ya podrá tener en su poder el total de títulos con los que pretendía en un principio.
La operación llevada a cabo está valorada en unos 2.300 millones de euros, una cifra similar a la que ha desembolsado la Sepi, vehículo inversor del Estado, para acceder al accionariado de Telefónica. El Gobierno decidió realizar este movimiento para protegerse de posibles movimientos de STC dentro de la teleco.
Será, por tanto, el ministerio de Defensa el que firme en última instancia el documento que acredite que STC ostenta el 9,9% del accionariado de Telefónica. El proceso ha sido largo y se ha dilatado en el tiempo por las dudas que se habían creado en Moncloa por la irrupción de un accionista que podría tener información sensible tanto de la compañía como del Estado ya que la empresa dirigida por José María Álvarez-Pallete tiene importantes firmados con la Administración y que contiene información sensible de varios ministerios, entre ellos, el de Margarita Robles.
Precisamente, la titular de la cartera de Defensa era uno de los escollos que tenía que salvar Arabia Saudí puesto que Robles no veía del todo claro la operación. Finalmente, las últimas reuniones entre Gobierno, STC y ministros saudíes han terminado por desencallar la situación.
Las últimas conversaciones que se produjeron esta semana, adelantadas por Vozpópuli, han resultado ser determinantes. Este jueves, Margarita Robles se vio con el ministro de Defensa saudí, Khalid Bin Salman. Dicha reunión fue clave para sellar el acuerdo entre ambas partes bajo una serie de condiciones. El Gobierno ha obligado a STC que deberá apoyar las inversiones de la operadora en España y en otros mercados clave para Telefónica, así como preservar la confidencialidad y la extracción de datos sensibles que se puedan debatir en los consejos de administración.
Telefónica, al margen
Durante todo este proceso, Telefónica ha querido estar al margen de las negociaciones entre Arabia Saudí y el Gobierno. Como se mencionaba anteriormente, el contacto entre Moncloa y los ministerios del país del Golfo Pérsico han sido habituales e, incluso, de manera oficial.
José María Álvarez-Pallete prefirió no querer meterse de por medio y centrarse en el negocio de la Telefónica. O al menos eso siempre lo ha sostenido. En la última junta de accionistas, el presidente de la compañía sostuvo que no tenía noticias de STC en el último año.
"STC no ha manifestado nada desde el año pasado, justo por estas fechas, el 5 de septiembre, cuando comunicó que tenía el 4,9 % y opciones para el 5 % adicional. Eso requiere autorización del Gobierno y desde entonces hasta la fecha no han manifestado ni han pedido nada nuevo. Que no podrían hacer en cualquier caso hasta que tuvieran autorización del Gobierno", llegó a decir el ejecutivo.
Bien es cierto, por otra parte, que Álvarez-Pallete y STC se han visto hasta en tres ocasiones. La última, tal y como revelan las fuentes consultadas, se produjo esta misma semana durante la visita oficial de los ministros de Defensa y de Industria a España. Las otras se produjeron hace un año, coincidiendo con la irrupción en el accionariado de Telefónica y, la otra, en marzo. Tras el Mobile World Congress, STC se personó en Madrid para acercar posturas con la cúpula directiva de la operadora española.