La pandemia de covid-19, los aranceles de Estados Unidos, el Brexit... Son varios los factores que auguran un mal final de año para el sector vitivinícola. Las ventas cayeron durante el estado de alarma debido al cierre de la hostelería y ahora los bodegueros tratan de recuperar el terreno perdido estos meses.Según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), las exportaciones nacionales de vino cayeron un 7% en valor durante el primer semestre de 2020 alcanzando los 1.198,1 millones de euros —a un precio medio de 1,27 €/litro—, mientras que en volumen se desplomaron el 11,6%, hasta los 946,4 millones de litros."Tanto la venta nacional como la internacional está prácticamente parada. Medio año hemos perdido y aún así todavía la restauración no está abierta al 100% por el miedo a ir a los restaurantes", explica a Vozpópuli Víctor Algora, fundador y gerente de Bodegas Licinia. https://www.youtube.com/embed/QNBB__QMFDw
Hay muchísimas bodegas que van a hacer el 50% y otras que no van a hacer nada"
Aunque inesperadamente la vendimia se ha adelantado este año, Algora afirma que la uva tiene "muchísima calidad" y admite que en su caso tendrán "un poco más" de cosecha que el año anterior. "Hay muchísimas bodegas que van a hacer el 50% y otras que no van a hacer nada", lamenta. Para salir del paso, Bodegas Licinia, que ahora con la vendimia emplea a 14 trabajadores, ha tenido que reinventarse para mitigar las pérdidas. Para ello han comenzado a vender sus productos a través de Internet, han dado más impulso al Muss frente a Licinia, su vino insignia, y han recurrido a las grandes superficies.