Uno de los grandes retos que tendrá que afrontar el próximo Gobierno será el de hacer una nueva reforma del sistema de pensiones. El consenso sobre esto es casi unánime y las advertencias y propuestas llegan desde muchos sitios. Ahora se ha sumado el servicio de estudios del BBVA, BBVA Research, que dice que España necesitaría 10 millones de afiliados más en 2050 para mantener el nivel actual de las pensiones si no hace nada para paliar el problema de ingresos.
El banco explica que el número de pensionistas aumentará mucho más rápido que el de los cotizantes, lo que provocará una disminución de la pensión media sobre el salario medio. En concreto, dice que el número de pensionistas pasará de 9 a 15 millones en 2050, lo que hará que la tasa de beneficio actual del sistema solo se pueda mantener si el número de afiliados llega a los 27 millones. Actualmente, hay 17,6 millones, aunque el lunes el Ministerio de Empleo publicará los datos de marzo.
En este contexto, BBVA Research cree que la sociedad puede elegir entre tres opciones: aceptar la caída de las pensiones y compensarla con más recursos desde el ahorro privado, aumentar los recursos destinados a pensiones públicas con más impuestos o menos gasto público en otras partidas o realizar reformas estructurales para bajar la tasa de paro, aumentar el número de ocupados y el nivel de los salarios.
La primera opción no tiene más vuelta de hoja, se asume que las pensiones van a ser más bajas y se incentiva el uso de planes de ahorro privado. La segunda forma parte de los planes de los cuatro grandes partidos, que quieren financiar parte del sistema con impuestos, y la tercera es la que requiere un mayor esfuerzo y la que, según la entidad, puede ser más efectiva.
Avisa de que sacar del sistema agún régimen especial para financiarlo de otra manera no soluciona el problema, solo lo cambia de sitio
Aun así, se opta por aumentar los recursos con más impuestos o menos gasto en otras partidas, BBVA Research advierte de que sacar del sistema algún régimen especial no resuelve el problema, solo lo cambia de sitio. Por eso, cree que la restricción presupuestaria debe aplicarse al conjunto de las administraciones públicas, lo que implica subir los impuestos o reducir otros gastos públicos.
También se pueden destopar las bases máximas de cotización, como de hecho proponen algunos partidos. Pero solo hay dos formas de hacerlo y ninguna convence mucho. La primera consistiría en hacerlo de forma más gradual y aumentar también las pensiones máximas proporcionalmente, lo que no aportaría muchos más recursos. Y la otra es más instantánea y no iría acompañada de un aumento de la pensión máxima, que sí generaría recursos, pero haría que el sistema fuera menos contributivo, además de que encarecería el factor trabajo, reduciría el empleo y generaría problemas de credibilidad y reputación.
El banco apuesta por reformas estructurales que reduzcan el paro, aumentar la ocupación y mejorar los salarios
Por eso el banco es partidario de apostar por realizar reformas estructurales para bajar la tasa de paro, aumentar el número de ocupados y el nivel de los salarios. Entre estas reformas, el servicio de estudios apuesta por mejorar la lucha contra el fraude, eliminar los regímenes especiales de los autónomos, aumentar la progresividad del sistema con un tipo fijo con mínimo exento en la cotización, incentivar el retraso voluntario de la jubilación, estudiar la posibilidad de crear un sistema de cuentas individuales con incentivos para la participación y búsqueda e incrementar la contributividad.
También se inclina por seguir haciendo reformas en el mercado de trabajo para elevar el empleo y poner en marcha una devaluación fiscal que incluya la sustitución de cotizaciones sociales por impuestos indirectos para financiar pensiones. A su parecer, España tiene margen para reducir las cotizaciones sociales y aumentar la imposición indirecta y una devaluación fiscal aumenta el PIB, el empleo y, con ello, el consumo privado.