La dirección de la fábrica de Vigo de la multinacional automovilística Stellantis ha presentado su oferta final para el convenio colectivo de 2024 a 2027, que incluye el compromiso de adjudicar a la planta que tiene en la ciudad gallega su nueva plataforma eléctrica, según fuentes de la empresa.
La propuesta contempla la evolución de un millar de contratos estables, una paga de 400 euros al firmar el acuerdo y una subida salarial de hasta un 4% en relación con el aumento de precios IPC. La dirección y los trabajadores han acordado una nueva reunión el próximo lunes para analizar las condiciones ofertadas y, en caso de acuerdo, firmar el nuevo convenio.
La dirección ha indicado a los empleados que, en un contexto de descarbonización y de regulación de emisiones contaminantes por parte de la Unión Europea (UE), la adjudicación de la siguiente arquitectura de vehículos eléctricos es un objetivo imprescindible para mantener la actividad industrial del centro más allá de 2027.
El grupo Stellantis ha adquirido el compromiso de adjudicar al centro de producción de Vigo la próxima arquitectura de vehículos eléctricos, cuyo lanzamiento está previsto para el periodo 2027-2028, si bien en el supuesto de que no sea asignada a la planta, cualquiera de las partes podría solicitar automáticamente la reapertura de las negociaciones del convenio colectivo.
Esa decisión de atribuir la nueva plataforma a la planta de Vigo dependerá de la eficiencia de la planta y también se tendrán en cuenta las ayudas públicas. La propuesta de nuevo acuerdo marco posibilita solicitar la prestación de servicios en teletrabajo a partir del 30% de la jornada.
Fábrica de baterías en Europa
Por otro lado, y dentro de sus planes de electrificación, Stellantis va a desarrollar una alianza con la china CATL para la construcción de una nueva planta de baterías para sus coches eléctricos en un lugar aún no precisado de Europa.
Ambas compañías han firmado un acuerdo de principio para la creación de una empresa conjunta al 50% con el objetivo de construir la fábrica en el horizonte de 2025/2026 según ha detallado Stellantis en un comunicado.
Las baterías serán de la tecnología llamada LFP (litio-hierro-fosfato), que, según la compañía, ofrece una "excelente estabilidad térmica" para su uso en automoción.
Este acuerdo de principio "es un nuevo elemento clave de nuestra estrategia a largo plazo, cuya ambición es mantener la libertad de movimiento de la clase media europea", señaló en la nota el consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares.
Stellantis se ha propuesto que el 100% de los automóviles de uso privado que venda en Europa en 2030 y el 50% en Estados Unidos sean eléctricos, para lo que está tejiendo una red de socios en la fabricación y suministro de las baterías y otros equipos necesarios.
