Hubo un tiempo, no tan lejano, apenas un par de trimestres, que cada ‘road show’ de los banqueros españoles con los grandes fondos internacionales se convertía en un monólogo sobre Podemos. Poco interesaba la operación que fueran a vender las grandes entidades. A los inversores mundiales sólo les afanaba escuchar de los CEOs de la banca española todos los detalles posibles sobre la formación de Pablo Iglesias. “Tenían miedo a que pudieran llegar al poder con una amplia mayoría”, asegura un consejero delegado. De aquellos interrogatorios, de aquellos temores, se ha pasado a la más absoluta indiferencia. “La situación ahora es radicalmente distinta. Podemos ya no genera esa ansiedad de meses pasados a los grandes fondos. Ni preguntan”, explica un alto directivo de un banco que, en el último mes, ha mantenido más de cien reuniones con fondos en las principales plazas financieras mundiales.
“En dos semanas de ‘road show’ apenas han aparecido una docena de preguntas sobre Podemos en más de 60 reuniones”, explica otro destacado financiero a Vozpópuli. “Los fondos no ven a Pablo Iglesias en Moncloa. No sólo lo dicen sino que lo confirman con sus decisiones de inversión para los próximos meses aprovechando el crecimiento de la economía española”, sostienen desde otra entidad.
Tras las elecciones europeas en mayo de 2014, en las que Podemos logró 1,2 millones de votos, la agitación mediática y, demoscópica meses después, que supuso la irrupción de Podemos no pasó desaparecibida en las grandes plazas financieras mundiales. Allí donde los ejecutivos de la banca española diseccionan periódicamente sus planes corporativos o rinden cuenta de la marcha del negocio. Entonces, varios directores financieros o responsables de relación con inversores pertenecientes a tres de las seis mayores entidades españolas han sido interrogados por los planes futuros del partido de Pablo Iglesias en los encuentros que han mantenido, desde principios de mes, con grandes inversores en Londres y Nueva York.
"Podemos ya no genera esa ansiedad de meses pasados a los grandes fondos. Ya ni preguntan por el partido de Pablo Iglesias", sostiene un alto directivo de un banco
Las preguntas comenzaron a ser frecuentes, según confirman fuentes bancarias, a raíz de publicación de la última encuesta del CIS que confirmaba a Podemos como primera fuerza en voto directo, por delante de PP y PSOE. Sin embargo, las cuestiones se intensificaron, pocos días después, a raíz de la publicación de un informe de JP Morgan en el que alertaba del peligro de una hipotética llegada del partido de Pablo Iglesias al Gobierno. El banco de inversión norteamericano recomendaba en ese informe a sus clientes no invertir en deuda española ante el miedo que generan para los mercados los mensajes de Podemos, además de la deriva soberanista que se vive en Cataluña.
Un año después, la sensación en los grandes despachos financieros de Londres o Nueva York es radicalmente diferente. El fenómeno Podemos se considera acotado a una importante representación parlamentaria pero no suficiente para gobernar en solitario. El frenazo en las pasadas elecciones andaluzas, donde las previsiones de 21 representantes quedaron finalmente en tan solo 15 diputados; el estancamiento reiterado, incluso ligera caída, de la formación de Pablo Iglesias en las encuestas de los dos últimos meses, junto a la dura reacción del Eurogrupo a las propuestas económicas del gobierno griego de Syriza son situaciones que han desactivado las preocupaciones de los grandes inversores mundiales.
El independentismo catalán tampoco preocupa
El foco de los inversores sobre el proceso secesionista catalán se ha disuelto aún más rápido que el efecto Podemos. "El tema catalán también ha dejado de ser recurrente en los encuentros", relata otro directivo recién llegado de uno de estos encuentros con inversores.
"Antes querían saber todo sobre el proceso soberanista catalán y Pablo Iglesias, además de conocer quién está detrás de sus propuestas económicas. En especial, preocupan su intención de nacionalizar y/o expropiar determinadas grandes empresas estratégicas", continúa este ejecutivo de la gran banca.
Desde otra entidad, que también pide el anonimato, se explica que tanto su director financiero como responsable de inversores dedicaron, hace seis mess, el 80% de su última reunión en Nueva York a diseccionar el fenómeno Podemos y sus posibles implicaciones para la gobernabilidad de España. En este sentido, los inversores reclamaban información sobre el posible gran pacto entre PP-PSOE para evitar un parlamento fragmentado que impida continuar con la senda reformista.
“El proceso catalán y Podemos son azucarillos que ya han quedado diluidos para los fondos”, esgrime uno de estos directivos. Ya no parece preocupar el programa económico con sus grandes medidas estrella como la renta básica, la nacionalización de empresas, subidas fiscales, el impago de la deuda, la fijación de salarios máximos, la elevación del sueldo mínimo, la prohibición de despidos en empresas con beneficios, la reducción de la edad de jubilación a 60 años o la suspensión de la reforma laboral y de pensiones. “Algunas firmas incluso ya no se toman en serio estas medidas ante los continuos cambio y matizaciones que están efectuando en muchas de estas propuestas los líderes de Podemos”, trasladan desde una entidad.
Hasta la fecha, no sólo no se ha producido ningún encuentro entre la banca y Podemos, sino que tampoco se ha producido petición alguna por ningún representante del partido de Pablo Iglesias.