Residencial Francisco Hernando, la ciudad construida por el conocido como Paco el Pocero en el municipio toledano de Seseña, icono del boom y pinchazo inmobiliario español, vuelve a vivir una particular época de esplendor.
El incremento de los precios de alquiler en Madrid ha provocado que muchos opten por trasladarse a zonas cercanas, con viviendas más asequibles; pero el movimiento está generando un efecto dominó y que también se trasladen a otros municipios las subidas de los precios de la capital.
En los últimos meses, los de los pisos de la Seseña de El Pocero, tanto en venta como en alquiler, se han disparado. "Es una locura, los precios ya no están en mercado, no nos conviene tanta subida", comentan en una de las oficinas inmobiliarias de Residencial Francisco Hernando.
Francisco Hernando proyectó la construcción de 13.500 pisos en Seseña
A principios de este siglo, en un secarral cerca de la carretera Nacional 4, de Madrid hacia Andalucía, emergió la nueva ciudad de Francisco Hernando, en la que se proyectaron 13.500 viviendas. El estallido de la burbuja inmobiliaria dejó el planteamiento a medio hacer; en 2009 el Pocero anunció su marcha de Seseña, y los bancos se quedaron con 2.000 pisos construidos.
En los peores años de la crisis económica, el aspecto de la ciudad construida por el Pocero se tornó algo lúgubre. Aunque la calidad de los pisos construidos es de primera -zonas comunes con jardines y piscina, servicio de seguridad, pisos amplios, buenos materiales-, la zona quedó desatendida.
Se cerraron comercios, los precios de las casas se desplomaron y bloques enteros quedaron vacíos; llegaron nuevos habitantes, muchos inmigrantes y personas con pocos recursos. En 2007 se vendieron en la nueva Seseña de Hernando 1.230 pisos; dos años después, menos de 300.
"Paco se deja ver cada vez más por aquí; dice que volverá a construir", comentan en Seseña
La recuperación económica y la paulatina venta de los pisos en manos de los bancos y la Sareb ha vuelto a cambiar la fisionomía de la ciudad de el Pocero. Ahora hay muchos más comercios abiertos, colegios, cuidados jardines. Por sus calles pasean parejas jóvenes con niños.
Los vecinos incluso hablan de la posibilidad de que Francisco Hernando vuelva a construir. "El otro día estuvo por aquí", cuenta el propietario de una tienda de comestibles. "Cada vez se le ve más por la zona; me dijo que claro que volvería a construir aquí, que cómo iba a dejar esto a medias", comenta.
En dos oficinas que ofrecen pisos de particulares en la Seseña de el Pocero, y en otra de Solvia, de Sabadell, desmienten sin embargo que Hernando tenga planes inminentes de ponerse de nuevo manos a la obra. "Todavía tendrían que subir mucho los precios para que le salga rentable", dicen.
De 290 a 650 euros por alquiler
Quizá el momento para que Hernando se decida a volver a construir en Seseña está cercano. Los precios, desde el pasado verano, no paran de subir.
Por un piso de dos dormitorios piden 120.000 euros; hace unos meses, 80.000 euros
En la oficina que tiene Solvia en Seseña se han vendido 70 pisos en los últimos meses; sólo en enero se vendieron 20.
Por una vivienda de cuatro dormitorios en uno de los bloques construidos por el Pocero piden 164.000 euros. El alquiler de una casa de dos habitaciones sale ahora por 650 euros mensuales; hace seis meses el precio era de 290 euros. La misma casa en venta, está en la actualidad a un precio de 120.000 euros cuando hace unos meses era de 80.000 euros.
En una de las oficinas inmobiliarias en la que se venden y alquilan pisos de particulares explican que un chalet en el pueblo de Seseña, en la parte vieja, de dos plantas, reformado, tres habitaciones, está a la venta por 126.000 euros. "Sin embargo aquí, en la Seseña de el Pocero, por un piso de dos habitaciones llegan a pedir entre 119.000 y 145.000 euros; es un disparate, la demanda se ha disparado y el vecino del que vende pone su casa a la venta un poco más cara", comentan.
En otra de las oficinas inmobiliarias situada en el residencial de Francisco Hernando se expone una vivienda de tres dormitorios por 145.000 euros, y las de cuatro de entre 156.000 y 184.000 euros. El alquiler de una casa con tres habitaciones, 610 euros mensuales.
"Aquí los bancos ya no venden pisos, lo hacen principalmente particulares", indican. De la crisis y el pinchazo de la burbuja queda todavía pendiente en la ciudad de el Pocero un bloque de viviendas, deshabitado. Las zonas comunes están estropeadas y el interior está vandalizado. "Estamos a la espera de que Sabadell o Sareb se decidan a reformarlo y ponerlo a la venta; ahora parece buen momento", dicen los comerciales inmobiliarios de la zona.