Realme ha lanzado el modelo Realme 9, un equipo que va a contracorriente. En un momento en el que el 5G parece ser indispensable en cualquier móvil que se precie, la firma china apuesta por integrar tan solo compatibilidad con señal 4G. Esto tiene pocos contras y un gran 'pro', permite abaratar el precio. Los chips 5G son más caros que los 4G.
En el área de la conectividad tampoco se pierde mucho. No podemos engañarnos; ¿qué servicios utilizamos que requieran sí o sí de conexión 5G? En efecto, prácticamente ninguno. Las conexiones 5G se han convertido en un reclamo de marketing, más allá de que realmente existan aplicaciones que le saquen partido.
Por 279,99 euros (versión básica), el Realme 9 4G ofrece una cámara con 108 megapíxeles de calidad -tampoco vamos a descubrir la pólvora si decimos que el tamaño de los megapíxeles suele ser un reclamo más comercial que efectivo- y un procesador Qualcomm Snapdragon 680. Se sirve en memorias de 6 y 8 GB de RAM y 128 GB de ROM o disco duro. Cuenta con ranura para tarjetas para ampliar el espacio de almacenamiento.
La cámara frontal es de 16 megapíxeles y f2.45 mientras su sistema de cámaras principal está formado por la mencionada de 108 megapíxeles f1.75, otra de 8 megapíxeles f2.2 Ultra Gran Angular y un macro de 2 megapíxeles y f2.4.
La unidad de prueba que hemos testeado en Vozpópuli, en color azul con polvo brillante, se ha comportado acorde al precio. Está un escalón por encima de sus competidores porque el ahorro en chip 5G ha permitido abaratarlo un poco más. La cámara es decente -poco más se puede ofrecer por ese precio- y, por pedir, se echa en falta un teleobjetivo. Los fabricantes no incluyen de forma estándar esta posibilidad, muy demandada por el usuario. Más que el macro, mucho más presente en los dispositivos que el zoom.
Batería y pantalla del Realme
Su batería tiene 5.000 mAh de capacidad. Más que correcta. Buena capacidad. En cuanto a su velocidad de carga, es de 33W. Aunque sea más rápido en rapidez de carga que, por ejemplo, el iPhone 13 Pro Max, lo cierto es que para los heavy users de Android se va a hacer un poquito lenta la espera hasta ver aparecer el 100% en el indicador de carga. Hay equipos, como el Xiaomi 12 Pro o el Realme GT 3 Neo, con 120W y 150W de carga respectivamente. Es decir, el terminal se carga a tope (de cero a cien) en unos entre 18 y 12 minutos.
El panel es de tipo AMOLED con un tamaño de 6,4 pulgadas, calidad Full HD+ y 90 Hz de refresco, con cristal Corning Gorilla Glass 5 para soportar mejor los impactos y arañazos.
En cuanto al rendimiento de la cámara, como es habitual en estos rangos de precio, es correcto en condiciones de buena luminosidad pero deja que desear en ausencia de luz. En resumen, un teléfono para recomendar entre aquellos que no desean realizar un desembolso excesivo. Un móvil 'práctico', funcional, que es un seis en todo, pero no alcanza el notable en nada.