Los ministros de Economía de la eurozona han logrado este martes, tras nueve horas de negociaciones, un "acuerdo político" sobre el memorándum con las condiciones para el rescate de hasta 100.000 millones de euros a la banca española, según ha informado el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
El memorándum se completará y se firmará el 20 de julio y el primer tramo de ayuda por valor de 30.000 millones de euros estará listo para desembolsar a finales de mes "en caso de necesidades urgentes en el sector bancario español". El plazo de devolución del préstamo será de hasta 15 años, con una media de 12,5 años, según ha dicho Juncker.
El presidente del Eurogrupo ha dejado claro que la recapitalización directa de la banca estará disponible para España con carácter retroactivo una vez se cree un supervisor único. En ese momento, el Estado no será responsable de posibles pérdidas sino que estas serán asumidas por el propio fondo de rescate.
Pero en una primera fase, el dinero se canalizará a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y sí computará como deuda pública.
Las condiciones del rescate bancario incluyen "medidas para reforzar el marco de regulación y supervisión en España" y también requisitos individuales para los bancos beneficiarios de las ayudas, según ha dicho el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
Una de las primeras exigencias ha sido la subida del IVA, algo que ayer insinuaba el propio Montoro
El memorándum exige en primer lugar completar el examen independiente de las necesidades de capital de los 14 bancos o grupos de entidades que representan el 90% del sector, previsto para finales de septiembre, según ha explicado el presidente del grupo de trabajo del Eurogrupo, Thomas Wieser.
Los bancos "se agruparán en varios grupos": los que no necesitan capital, los que son ya propiedad del FROB, los que tienen necesidades de capital y requieren ayuda pública y los que todavía pueden recurrir al mercado privado.
A continuación se llevará a cabo la recapitalización y reestructuración de los bancos débiles. En tercer lugar, habrá "una segregación de activos en los bancos que reciban ayuda pública en una compañía externa de gestión de activos". El rescate se pagará "en varios tramos".
Un año de prórroga a cambio de más ajustes
El Eurogrupo ha aprobado además dar a España un año de prórroga, hasta 2014 en lugar de 2013, para corregir su déficit excesivo por debajo del 3%. Para este año, el objetivo de déficit se relaja hasta el 6,3% del PIB (en lugar del 5,3% inicialmente previsto). España deberá reducir su déficit al 4,5% el año que viene y al 2,8% en 2014.
La prórroga se concede tras constatar que el Gobierno de Mariano Rajoy ha tomado "medidas eficaces" para recortar el déficit y por el "empeoramiento significativo de la situación económica en España", según ha dicho Juncker.
Como contrapartida, el Eurogrupo exige a España que aplique con rigor el presupuesto de 2012 y los planes de austeridad de las comunidades autónomas, que presente antes de finales de junio un plan presupuestario para 2013 y 2014 en el que se detallen los ajustes estructurales previstos y que adopte "sin demora" medidas adicionales este año.
Rehn no ha querido desvelar si entre los ajustes que se exigen a España se encuentran recortes en las pensiones y la prestación por desempleo. Pero sí ha dejado claro que "es esencial que el Gobierno español tome las medidas de consolidación fiscal necesarias para cumplir los nuevos objetivos. Espero que se adopten algunas medidas adicionales bastante pronto", ha señalado el vicepresidente.
España se quedaba ayer sin cargos económicos claves en el BCE y en el MEDE
"Es esencial que los múltiples retos a los que se enfrenta España -la reparación del sector financiero, las reformas estructurales para impulsar el crecimiento y el empleo y afrontar los desequilibrios y las medidas para restaurar la sostenibilidad de las cuentas públicas- se afronten con una determinación igualmente fuerte", ha insistido Rehn.
España pierde poder en los organismos económicos de la Eurozona
España se ha quedado con las manos vacías en el reparto de cargos económicos clave en la eurozona, al perder el asiento que tradicionalmente ocupaba en el Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) y no lograr tampoco la dirección general del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
España no ha logrado el apoyo de los demás socios de la zona del euro a sus candidaturas al BCE y al MEDE en la reunión del Eurogrupo que repartió en la noche del lunes al martes algunos de los puestos directivos más cotizadas en instituciones de la eurozona.
José Manuel González-Páramo, que dejó el 31 de mayo vacante la silla en el BCE, será sustituido finalmente en el equipo directivo de la entidad monetaria de la zona del euro por el gobernador del Banco Central de Luxemburgo, Yves Mersch, con lo que se ha impuesto al actual director del servicio jurídico de la entidad, el español Antonio Sáinz de Vicuña, quien también aspiraba al cargo.