Las pensiones son uno de los puntos clave en la economía de un país. La delicadeza y acierto con el que se gestionen hipoteca, en mayor o menor medida, el futuro de un país. Especialmente en el caso de España, un país donde los extranjeros sostienen la natalidad con un 32% de los nacimientos, mientras la población patria continúa retorciendo la pirámide poblacional hasta el extremo.
Además, por profundizar en la herida económica que desangra a España, únicamente los pensionistas han ganado poder adquisitivo en los últimos 14 años un 6,5 %. Afortunados ellos, ya que sus pensiones subirán un 4,5% a lo largo del 2024. De hecho, el Ejecutivo calculó que dicha revalorización supondrá un gasto extra de cerca de 7.500 millones, que lo pagarán el resto de ciudadanos.
Actualmente, hay 6,9 millones de jubilados, a los que hay que sumar otro 1,7 millones de pensiones extra. En total, cerca de 8,5 millones de subsidios. Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha puesto encima de la mesa varias medidas para acometer cambios importantes en su parcela ministerial.
La primera, relativa a las pensiones de viudedad y orfandad. En España, hasta ahora, las prestaciones de este tipo se calculaban aplicando un porcentaje del 52% a la base reguladora del fallecido, pudiendo subir hasta un 70% en algunos casos concretos, dependiendo de las cargas.
La idea es descargar los 30.000 millones de euros que cuestan a las arcas públicas los 2,3 millones de personas que reciben esta prestación. Además, quieren ajustarlas a la realidad social que reina en nuestro país, poniendo el foco en "las personas beneficiarias con 65 o más años, cuya pensión constituye su principal fuente de ingresos".
Es decir, frenar esta fuente de ingresos en personas cuya profesión y modo de vida les permita vivir de forma holgada sin tener que recurrir a la pensión que les dejó este ser querido ya fallecido. Además, se cobra a perpetuidad con las únicas excepciones de contraer matrimonio con otra persona, fallecimiento o culpabilidad en sentencia firme de la muerte del causante.
Esta forma de calcularla era única en toda Europa, pues en varios países miembros de la UE se establecen límites en la edad de poder recibirla y en período en que se perciben, acortándolo incluso a los dos años en naciones como Alemania o Francia, por poner algunos ejemplos.
La jubilación activa, otro de los frentes
La jubilación activa, es decir, la acción de compatibilizar la pensión con otro trabajo, tiene los días contados en España. Tal y como avanzó ABC en primer lugar, Elma Saiz trasladó una propuesta de reforma a empresarios y sindicatos, la cual pretende recortar hasta un 50% la cuantía que reciben los trabajadores que se acogen a este retiro profesional tan particular.
Puesto sobre al papel, el plan es fijar un periodo de cinco años, donde habría un recorte de la cuantía en los dos primeros. En esa etapa, el interesado percibirá un 30% de la pensión de jubilación el primer año y un 40% el segundo. Esta iría escalando hasta el 50% el tercer año, un 75% el cuarto y el 100% desde el quinto. Eso sí, se exigiría una cotización de 36 años y 6 meses, y de 38 años en casos de jubilados con 65 años.
Por último, Seguridad Social aspira a incrementar la fiscalización en las mutuas colaboradoras con el Ministerio. Saiz ha encargado a la Airef un informe de evaluación para conocer de primera mano la gestión que hacen estas entidades externas de las prestaciones de incapacidad temporal.
La idea es que las mutuas tengan libertad relativa de ofrecer sus instalaciones para agilizar la concesión de bajas por accidentes producidos fuera de la jornada laboral, evitando saturar la sanidad pública, lo que aceleraría la vuelta de estos trabajadores a sus puestos.
Todo ello sin cruzar la línea demasiado, vigilando que estas entidades no empleen tretas para acelerar la recuperación de los trabajadores en exceso. Los sindicatos no quitarán el ojo de encima a las mutuas, evitando así que se pudiera producir un maltrato a los trabajadores en cualquier ámbito laboral, incluida la gestión de las bajas por accidente.
DDT
No, no ,no. Nosotros sostenemos la natalidad de los extranjeros, a los papas y a sus hijos. Ellos lo único que sostienen es la mano extendida parra recibir dinero
Palacheca
Si en España te llamas Abdul, Fátima, Alí, Mohamed, etc, etc., la Extrema Izquierda te garantiza el bienestar social y económico. A los españoles, que le den.
Pepepelotas
Impresionante, la izquierda siempre pensando en como joder a los españoles principalmente a los que sacaron este pais adelante en la época con un gobierno que les protegía más que el actual. A esta señora habría que decirle que muchas de esas viudas y pensiones no contributivas son de importes ridículos de gente que trabajo sin talento y que cobran pensiones ridículas. Primero fuera las pensiones vitalicias de sueldos integros de presidentes y otros politicos y que coticen por todo. Tarde o temprano la gente se dará cuenta del daño realizado en esto últimos años con el descontrol de la inmigración y todas las ayudas a menas, chiringuitos e inmigrantes ilegales, creo que la mayoría de españoles querríamos que ese dinero fuese a la gente de aquí que ha contribuido con sus rentas y que el que venga, venga a trabajar como en todos los paises del mundo y eso de traer a toda la familia no puede ser.
Publio Cornelio
Otra indignidad de este Gobierno. Recortan las prestaciones a todos los que han trabajado y cotizado toda su vida laboral para dar pagas a cualquiera que venga de fuera ilegalmente, mantener vagos que se apañan por vivir con las subvenciones que les da el gobierno mientras se rascan sus partes pudendas en sus casas sin buscar trabajo, regalar dinero a espuertas a países que en compensación nos dan paradas, léase entre otros Marruecos, eximir de impuestos a políticos que ganan un pastizal, etc. etc. Después tienen la caradura para decir que debemos pagar impuestos sin hacer trampas en la declaración. Anda y que os den ...