El desánimo también explica la caída en las listas del paro. El número de jóvenes recién graduados que nunca ha tenido un puesto de trabajo baja un 8,26% en el último mes pese a que las tasas de dempleo juvenil han seguido subiendo. Dos claves explican la aparente contradicción estadística: los que consiguen trabajo sólo obtienen contratos temporales (nueve de cada diez contratos firmados el pasado mes fueron temporales) y muchos de los jóvenes han optado ya por no apuntarse siquiera a las listas del paro.
Según los datos de Empleo, de los 969.627 contratos que se firmaron en marzo, 862.820 fueron temporales y 8.742 de carácter formativo, es decir, el 89% de los contratos han sido temporales y apenas uno de cada diez ha sido indefinido. La calidad en el empleo se sigue resintiendo, hasta el punto de que en lo que llevamos de año los contratos eventuales (los conocidos como "contratos por circunstancias de la producción") se han disparado un 24,89%.
El desánimo cunde entre los jóvenes hasta el punto de que los graduados que se inscriben en el antiguo INEM (SEPE, Servicio Público de Empleo Estatal) son en 2013 menos que los que había el pasado año pese a las subidas del paro. Según los datos de Empleo, el número de jóvenes que nunca han tenido un puesto de trabajo se sitúa en marzo en 378.811 personas, casi 30.000 personas menos que el año pasado. La disminución la explica, precisamente, ese "efecto desánimo".
En el último mes, el número de jóvenes que se inscribieron en la listas del paro subió en 5.102 personas, un 1,37%, un ritmo de subida muy inferior al del mismo mes de los años anteriores.
De hecho, los datos desestacionalizados de afiliación a la Seguridad Social refrendan este desánimo. Si se sustrae el efecto del calendario y la Semana Santa, las afiliaciones descienden en 28.000 ciudadanos en lugar de aumentar en 30.528, lo que representa una diferencia bastante significativa respecto a la rebaja del desempleo en 6.212 personas en cifras desestacionalizadas. Es decir, el paro se reduce y, sin embargo, los cotizantes disminuyen. Y esto en parte sólo puede explicarse porque muchos no se apuntan a las listas o incluso se marchan del país.
Y las cifras de contratación también apuntan hacia esta tendencia. El número de contratos registrados en marzo, unos 969.627, supone una reducción en 85.090 sobre el mismo mes del año pasado, a pesar de que este marzo incluyó la Semana Santa y, por lo tanto, experimentó una mejora del empleo en el sector servicios debido a las vacaciones.