Las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, la crisis italiana y la incertidumbre ante los mercados emergentes han tumbado al principal selectivo español, el Ibex 35, a niveles de finales de 2016, es decir hasta los 9.000 puntos.
La fatídica sesión bursátil que se vivió ayer en Wall Street ha sido el detonante para que las principales plazas europeas hayan amanecido este jueves con el farolillo rojo encendido. La incertidumbre transalpina tampoco ayuda a los indicadores periféricos, que siguen sufriendo en sus propias carnes las decisiones populistas del gobierno italiano. En España, las dudas que existen sobre la viabilidad de unos Presupuestos Generales más expansivos, tampoco ayudan a que el mercado gane confianza.
El Dow Jones cerró el pasado miércoles con un retroceso del 3,15%, el mayor desde febrero, mientras que el S&P500 bajó un 3,29% y el tecnológico Nasdaq, el peor de todos, corrigió un 4%.
En esta sesión de jueves, el parqué español ha abierto con una caída superior al 2%, que se ha ido moderando durante los primeros compases de la sesión, hasta asentarse en la barrera psicológica de los 9.030 puntos.
Blue chips
Los valores que más caen a las 10:00 son Repsol (.3,8%); ACS (-2,8%) y Mapfre (-2,71%). En el lado de las ganancias solo se encuentra un valor, Grifols, que comienza un ligero rebote tras las fuertes caídas que lleva en la semana.
Los grandes valores del Ibex sufren caídas muy significativas con el Santander a la Cabeza. El banco liderado por Ana Botín se deja un 2,4%. Le sigue BBVA, con un descuento del 1,8; Telefónica e Iberdrola, del 0,8% ambos e Inditex, con un 0,6%.
En el mercado de deuda la prima de riesgo española sube hasta los 112 puntos básicos, mientras que la Italiana se sitúa por encima de los 300 puntos básicos.
