El coche eléctrico avanza a pasos agigantados, aunque lo hace en una medida muy superior a la que lo hacen las infraestructuras necesarias para su completo desarrollo. Los fabricantes, casi obligados por la legislación europea, impulsan esta tecnología que apunta a convertirse en no demasiados años en sucesora de los actuales motores de combustión, a los que no pocas marcas comienzan ya a dar la espalda a corto y medio plazo.
Y sí, tres son los principales problemas para impulsar el coche eléctrico –precios elevados, poca infraestructura de recarga y limitadas autonomía–, esta última es sin duda la que más rápidamente está avanzando. Si en la actualidad ya hay modelos que anuncian entre 500 y 600 kilómetros, Volvo anticipa que antes de acabar esta década la próxima generación de sus modelos eléctricos estarán capacitados para cubrir hasta 1.000 kilómetros con cada carga completa de sus baterías. Pero además de autonomía, prevé que los tiempos de carga actuales se reduzcan casi a la mitad en ese mismo periodo.
Tal como ha anunciado la empresa, lo hará mejorando la tecnología de baterías de iones de litio. A mediados de década, Volvo planea mejorar aún más la autonomía e integrar el paquete de baterías en el suelo del vehículo. A corto plazo, la firma espera trabajar con la compañía sueca de baterías Northvolt para aumentar la densidad de energía de las celdas en un 50% en comparación con las que en la actualidad están en el mercado.
"Queremos aumentar constantemente los beneficios para el cliente que supone conducir un automóvil Volvo eléctrico. Al simplificar el diseño y la integración de nuestras celdas de batería, podemos reducir el peso y maximizar el espacio, lo que permite mejoras considerables en la capacidad, el alcance y los tiempos de carga de la batería", ha indicado el director de Tecnología de la empresa, Henrik Green.
Software propio para los modelos eléctricos
En un evento 'online' en el que Volvo ha presentado su hoja de ruta, la compañía ha anunciado que creará internamente el software de sus próximos vehículos, que se denominará VolvoCars.OS, para conseguir un desarrollo más rápido y flexible del mismo. Un software que funcionará como sistema genérico para todos los vehículos eléctricos de la marca. Incorporará los distintos sistemas operativos de la empresa en el vehículo y en la nube, creando un entorno de sistema operativo "coherente". Entre los sistemas operativos subyacentes están Android Automotive OS, QNX, Autosar y Linux.
"Al igual que con tu smartphone o tu ordenador, el nuevo software y las nuevas funciones podrán instalarse rápidamente mediante actualizaciones inalámbricas, mejorando tu Volvo para que puedas disfrutar más de él cada día", ha destacado Green.
Entre otras cosas, la próxima generación de automóviles de Volvo aprovechará los datos en tiempo real de los clientes para establecer nuevos estándares de seguridad. Así, podrá realizar mejoras continuas y mucho más rápidas en sus automóviles, mejorando constantemente los niveles de seguridad. Volvo Cars también ha informado de que continuará con su asociación con Google para ofrecer una experiencia de usuario segura y conectada en su próxima generación de vehículos.
Una nueva generación de la que el Volvo Concept Recharge supone una visión anticipada de lo que la marca sueca está ya desarrollando para hacer de la movilidad eléctrica una realidad que sustituya a sus modelos de combustión. Fiel a la tradición del diseño escandinavo, el Concept Recharge tiene como lema «menos pero mejor», pues al eliminar la complejidad del motor de combustión interna, los diseñadores han podido modificar las proporciones del vehículo para aumentar el espacio interior y mejorar al mismo tiempo su eficiencia aerodinámica.
Al eliminar el motor y sustituirlo con una batería bajo el suelo plano, los diseñadores han ampliado la distancia entre ejes y el tamaño de las llantas del vehículo. Se han conseguido así unas aletas más cortas y mucho más espacio interior, incluida una gran zona de almacenamiento entre los asientos delanteros.