El avance del coche eléctrico es imparable y, año tras año, sus ventas crecen de forma exponencial aunque con muchas diferencias entre unos y otros mercados. Pero lo que está claro es que el trabajo de las marcas en este campo está dando sus frutos y el coche eléctrico empieza a contemplarse como una realidad a nivel global, aunque en mercados como el español su avance sigue muy por detrás de los principales mercados europeos.
Una fuerte demanda del coche eléctrico a nivel global que va a hacer que las matriculaciones mundiales de estos modelos, incluyendo los híbridos enchufables capaces de funcionar de forma 100% eléctrica, superarán a las de modelos diésel y gasolina en el primer semestre de 2023, según un estudio desarrollado por el experto en prospectiva Lars Thomsen, miembro del comité de dirección de la compañía de soluciones de carga Juice Technology.
De la misma forma, el informe estima que para 2025 los vehículos eléctricos alcanzarán el punto de inflexión en prácticamente todos los segmentos y clases de vehículos, puesto que serán más atractivos y económicos que los de combustión.
En cuanto a las regiones, China se convertirá en un "poderoso actor" en Europa y Estados Unidos, ya que prevé que para dentro de tres años habrá al menos seis marcas del país asiático operando en ambos mercados y seguirá siendo el mayor mercado mundial de vehículos eléctricos hasta 2026.
Estados Unidos también alcanzará una cuota de vehículos eléctricos de alrededor del 40% en 2025. El mercado estadounidense está esperando los detalles del nuevo plan del presidente Biden para promover los vehículos electrificados y la infraestructura de recarga, que supondrá un fuerte impulso en el mercado de los vehículos eléctrico.
Futuro autónomo
Por otro lado, el documento apunta que el éxito de los híbridos enchufables será limitado en el tiempo y que el fin de los mismos ya es previsible, al menos en Europa, debido al "decepcionante" uso de la función de carga en la red en la flota hasta la fecha, las cifras de consumo, los privilegios y las exenciones fiscales que no pueden mantenerse.
En 2024, prácticamente todas las estaciones de servicio de las carreteras europeas tendrán conexiones de carga rápida, lo que supone una enorme inversión para los operadores. Un costo que podrían trasladar a los consumidores en el precio de la energía, algo que ya estamos viendo ahora en los puntos de carga rápida que encontramos en carreteras españolas, cuyo precio puede llegar a igualar el llenado de un depósito de un turismo de gasolina cuando se trata de puntos de carga de más de 100 kW.
Por ello, la carga en casa o en el trabajo con corriente alterna será una alternativa cada vez más barata para los usuarios, ya que las tarifas de carga variable serán cada vez más comunes de aquí a 2025.
Finalmente y con la aparición de los vehículos autónomos y semiautónomos, Thomsen espera la llegada de puntos de carga totalmente automatizados a partir de 2025. Las pioneras serán las flotas autónomas, pero también las de coches de alquiler y los clientes con vehículos que dispongan de tecnologías FSD (Full Self Driving).