El Banco de España (BdE) espera que la ejecución de los fondos europeos se dispare el próximo año hasta triplicar la cifra de 2021. Este organismo -junto a otros como la AIReF- ya había advertido de los retrasos que se están produciendo en la utilización de los Next Generation, y el impacto que esto tendrá en el crecimiento económico del país este año.
En este sentido, las proyecciones del Banco de España se centran en que este año se realizarán proyectos vinculados a estos fondos por algo más de 11.000 millones de euros y, ya en 2022, la cifra ascenderá a los 31.000 millones, con un pacto en el crecimiento del PIB de ese año de 1,8 puntos porcentuales.
"La evolución de la economía española dependerá crucialmente de la movilización y asignación de los fondos europeos", alertaba el gobernador del BdE, Pablo Hernández de Cos, en su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso.
El organismo que preside Hernández de Cos ya alertó en diciembre de 2020 de que "existía un elevado grado de incertidumbre en torno al calendario de ejecución" de este dinero, pero "el ritmo de utilización ha sido inferior al incorporado en las proyecciones realizadas desde entonces".
El Gobierno ha presupuestado un gasto de 26.600 millones en 2021 y 27.600 millones en 2022 asociado a los fondos europeos. Sin embargo, Hacienda reconoce que de momento sólo ha "reconocido obligaciones" por cerca del 35% de esos fondos. Es decir, que sólo ha hecho uso de un tercio del total (unos 9.300 millones).
En todo caso, estos fondos no se pierden, simplemente se desplazan. Por eso el Banco de España espera que el 2022 se lleve a cabo la mayor parte de las inversiones con el dinero acumulado hasta entonces. "La ejecución va con mucho retraso y aunque esto perjudicará al crecimiento de este año, favorecerá al de 2022", comentan fuentes expertas.
Un tercio de los fondos, a gasto social
En cuanto al destino de estos fondos, el Gobierno destinará una tercera parte a sustentar los Presupuestos más expansivos de la historia en el gasto social. En concreto, un 33% de los fondos Next Generation presupuestados en 2021 y un 29% en 2022 cubrirán los incrementos en partidas como Sanidad, Educación, Servicios Sociales o Acceso a la Vivienda.
Por contra, sólo un 68% de los fondos europeos se destinarán a actuaciones de carácter puramente económico (especialmente a proyectos de industria y energía, infraestructuras y ecosistemas resilientes, e I+d+i). Así se destaca en el informe que ha realizado el Instituto de Estudios Económicos (IEE) sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2022.
En este informe, el IEE reconoce su "preocupación" por el aprovechamiento que se realiza de los fondos europeos, que "deben ser un factor clave para la modernización de la economía española y atender a las propuestas de transformación que llegan desde la UE, así como impulsar la inversión".
Sanidad, por ejemplo, tiene adjudicado un gasto de 2.945 millones de los fondos europeos en 2021, una cifra abultada por la adquisición de las vacunas, y 1.333 millones en 2022. A Educación se destinan 1.800 millones este año y 1.600 millones el próximo; mientras que al Acceso a la Vivienda y a Servicios Sociales se irán 1.650 y 1.167, respectivamente, este año, y 2.489 y 1.301 millones en 2022.
España espera recibir 140.000 millones de la UE hasta 2026, de los cuales la mitad serán transferencias no reembolsables y la otra mitad, préstamos. De momento sólo ha recibido un anticipo de 9.000 millones de euros por parte de Bruselas, a los que espera sumar un nuevo desembolso de 10.000 millones antes de que acabe el año.
"Los siguientes pagos estarán vinculados al cumplimiento previo de un listado de hitos (reformas legislativas, planes estratégicos, informes, creación de organismos, etc.) y objetivos (firma de convenios, número de proyectos ejecutados, importe gastado, etc.)", advierte el Banco de España. Entre estos hitos están las dos reformas más controvertidas del Gobierno: la laboral y la de las pensiones.
