IAG -el holding al que pertenecen Iberia, Vueling, British Airways, Aer Lingus y Level- sigue engordando su deuda financiera y roza ya los 20.000 millones de euros con el fin de salvaguardar el futuro de sus aerolíneas. El grupo no prevé una recuperación total de la demanda hasta 2023, por lo que sigue centrando sus esfuerzos en minimizar costes y mantener su liquidez por encima de los 10.000 millones.
Este verano, el conglomerado aéreo sólo espera recuperar un 45% de los vuelos que operaba antes de la crisis. “Los Gobiernos nacionales siguen imponiendo restricciones a los viajes y cuarentenas complejas que seguirán afectando a las operaciones del grupo y reduciendo la demanda, ya que los clientes optan por no viajar a la vista de la incertidumbre”, comenta IAG en su informe financiero del primer semestre.
En este sentido, “prevé que el impacto económico de la pandemia, sobre todo a tenor de la incertidumbre derivada de las variantes del virus y la eficacia de las vacunas, sea importante y más duradero”; y calcula que se necesitará al menos hasta 2023 para que la demanda de pasajeros recupere los niveles de 2019.
Para resistir a este escenario, IAG ha ido cerrando diferentes vías de financiación hasta acabar a 30 de junio de 2021 con una deuda de 19.800 millones de euros, frente a los 15.700 millones con los que acabó el 2020. Es decir, que la deuda financiera del grupo aéreo ha aumentado un 26% en los últimos seis meses. Durante el 2020, con el estallido de la pandemia, este pasivo ya creció un 10%, pues IAG había acabado el 2019 con unas deudas financieras de 14.254 millones.
La deuda neta crece un 24%
Entre enero y junio de este año, el grupo ha cerrado varios acuerdos para sus diferentes aerolíneas. El 22 de febrero, British Airways formalizó un préstamo sindicado por valor de 2.300 millones de euros y garantizado por el Gobierno británico. Un mes más tarde, contrató una línea de crédito renovable garantizada a tres años por 1.755 millones de dólares (1.476 millones de euros) para British Airways, Iberia y Aer Lingus.
Además, en marzo el grupo dueño de Iberia realizó dos emisiones de bonos sénior no garantizados por 1.200 millones de euros: 500 millones a un interés fijo del 2,75% con vencimiento en 2025, y 700 millones a un interés fijo del 3,75% con vencimiento en 2029. A finales del mismo mes, Aer Lingus formalizó un acuerdo de financiación con el Gobierno irlandés por 75 millones, que se amortizará en 2023.
Ya en mayo, el grupo volvió a emitir 825 millones de euros en bonos sénior convertibles no garantizados con vencimiento en mayo de 2028. Con todo, descontando el efectivo, los activos líquidos equivalentes y los depósitos remunerados a corto plazo, la deuda neta del holding asciende a 12.107 millones de euros, un 24% más que los 9.762 millones con los que cerró el 2020.
Más de 10.000 millones en caja
Por otro lado, la liquidez continúa por encima de los 10.000 millones. En concreto, se reforzó hasta los 10.200 millones a finales del segundo trimestre del año gracias a las iniciativas de financiación, las medidas de reducción de gastos y el aplazamiento de las aportaciones a planes de pensiones en el Reino Unido. Con esta caja, la matriz de Iberia espera proteger a las aerolíneas de la ‘tormenta’ covid, aunque confiesa que afronta diferentes riesgos entre los que se encuentra la incapacidad de acceder a nueva financiación.
El grupo defiende que “ha tenido éxito captando liquidez” en el primer semestre, habiendo financiado todas las entregas de aeronaves en el periodo, formalizando préstamos adicionales no vinculados a aeronaves por importe de 4.400 millones de euros y cerrando una nueva línea de crédito renovable por importe de 1.755 millones de dólares. Además, en julio mejoró aún más su liquidez al acordar una línea de financiación específica para aeronaves por valor de 785 millones de dólares estadounidenses a través de una estructura de financiación de EETC vinculados a la sostenibilidad.
Sin embargo, IAG “no puede asegurar que vaya a poder conseguir financiación adicional, si la necesita, en el supuesto de que se materialice un escenario pesimista más grave de los que ha considerado que ocurrirían y por tanto esto representa una incertidumbre material que puede poner en tela de juicio la habilidad del grupo para continuar bajo el principio de empresa en funcionamiento”, reza el informe.
Finalmente, el plazo para efectuar la compra de Air Europa por 500 millones ya ha comenzado. IAG tiene previsto que esto ocurra en el segundo semestre de este año, pero todavía necesita el visto bueno de la Comisión Europea, que vela por la libre competencia en la Unión. El grupo ya ha advertido que si surgen complicaciones, la operación podría frustrarse, como ocurrió en su momento con Norwegian. En ese caso buscarían nuevas oportunidades para reforzar la conexión entre Madrid y Latinoamérica.
De momento, y pese a haber perdido 2.048 millones de euros en el último semestre, IAG mantiene entre sus planes esta operación. De hecho, Iberia -junto a su hermana española Vueling- es la aerolínea que mejores rendimientos ha registrado entre abril y junio gracias, precisamente, a las menores restricciones de viaje en algunos países de América Latina.