Cerca de medio millón de empresas renovarán sus convenios colectivos en los próximos meses con la inflación disparada por la crisis energética, agravada ahora con la guerra en Ucrania. Como es habitual, la mayoría de las compañías actualizarán a lo largo de estos meses los acuerdos colectivos de trabajo, pero la pérdida de poder adquisitivo de los empleados con la subida generalizada de precios amenaza con complicar las negociaciones.
Las estadísticas del Ministerio de Trabajo reflejan que a cierre de febrero, menos de la mitad de las empresas tenía vigente o activo su convenio. En concreto, se contabilizaron 404.117 empresas con convenios registrados y con efectos a cierre de febrero, frente a las 896.702 compañías que firmaron uno a lo largo del 2021. Si se compara con 2020, la brecha es aún mayor (en aquel momento se superaba el millón de empresas con convenio colectivo) por el impacto que la pandemia ha tenido en el tejido productivo español.
Por convenios, la situación es similar. A cierre de febrero había registrados 1.694 convenios colectivos, frente a los 3.218 que se fueron registrando y tuvieron efectos económicos a lo largo de 2021. De estos, sólo 23 se firmaron en 2022, mientras que el resto se cerraron en años anteriores pero siguen teniendo efectos en la actualidad. Finalmente, de los 23 firmados este año, sólo tres fueron de nueva creación, es decir, se han comunicado al Ministerio por primera vez.
Finalmente, si se miran los datos por trabajadores, en el segundo mes del año había 4,38 millones amparados por un convenio colectivo, frente a los 8,37 millones que lo estuvieron entre enero y diciembre de 2021.
De momento, de media, los 4,38 millones de trabajadores afectados por los 1.694 convenios registrados hasta la fecha han visto crecer sus salarios en lo que va de año un 2,26%, lejos del Índice de Precios de Consumo (IPC), que en febrero alcanzó una tasa interanual del 7,4% y que encadena meses en niveles récord de hace tres décadas.
Sin embargo, desde el Ministerio de Trabajo señalan a Vozpópuli que esta es sólo una parte de la fotografía muy poco representativa, pues hay empresas en las que se ha pactado que la subida salarial se aplique en otro mes; y, además, hay muchos convenios que han decaído y todavía no se han renegociado, firmado o registrado por la propia dinámica del sistema.
En este sentido, desde el Gobierno apuntan que habrá que esperar unos meses más para analizar las variaciones salariales que han experimentado, de media, los trabajadores por convenio. Sin embargo, las negociaciones amenazan con enquistarse porque mientras los sindicatos reclaman una subida cercana al 5% para que los salarios recuperen valor adquisitivo, la patronal apunta a la pérdida de productividad que esto supondría, además de que amenazaría con convertir el problema de la inflación en estructural.
Sindicatos y empresas prevén turbulencias
Los agentes sociales también explican que es habitual que en los primeros meses del año haya menos convenios y empresas registradas por la dinámica de la negociación colectiva, aunque hay varios aspectos que afectan a la evolución de las estadísticas, como el hecho de que cada convenio anual tenga su fecha de renegociación, el impacto de los convenios plurianuales que se firman por dos o tres años o aquellos que se prorrogan sin revisarse.
"Prácticamente la integridad de lo que está registrado en la estadística son las revisiones salariales de convenios que se firmaron en años anteriores. Los que se están negociando ahora, lógicamente, no figuran hasta que se inscriben y tienen alta en el registro de convenios colectivos. Irán ocurriendo a lo largo del año", explican fuentes de CEOE.
"La mayoría de los convenios están todavía por negociar y actualizar. La tendencia es que en el primer semestre, antes del verano, ya empiece a haber un número importante de convenios", informan fuentes de CCOO. No obstante, desde CCOO esperan que la inflación complique las negociaciones y retrase las firmas respecto al ritmo de años anteriores, cuando los precios se mantenían en niveles bajos.
Desde CEOE también reconocen que hay variables que afectarán de manera directa en las negociaciones que están en curso o se iniciarán próximamente, como la incertidumbre generada por la guerra en Ucrania, el precio de la energía y su impacto en el IPC, o los problemas de suministros a los que se enfrentan las empresas.
Además, desde el sindicato también apuntan que intentarán recuperar las cláusulas de garantía salarial, que durante los últimos años desaparecieron de muchos convenios y ahora apenas están presentes en el 16% del total. Estas cláusulas obligan a actualizar las tablas salariales de los convenios colectivos en función de la inflación para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo.
"Nuestra intención es que esas cláusulas vuelvan a estar en los convenios y eso complicará la negociación, pero la inflación tiene un nivel suficientemente alto como para tenerse en cuenta, además de que pensábamos que iba a ser algo coyuntural pero con la guerra en Ucrania amenaza con mantenerse más tiempo y tener más importancia", sentencian fuentes de CCOO.