Economía

Javier Hidalgo, el fugaz capitán que venderá la nave familiar a sus rivales y se hará de oro

Tras un año a los mandos de Globalia, el hijo del empresario Juan José Hidalgo ha acordado la venta de Air Europa a Iberia y la fusión de sus agencias de viaje con las del grupo Barceló 

  • Juan José Hidalgo, presidente de Globalia, y Javier Hidalgo, CEO de Globalia.

Tras su vuelta a Globalia hace poco más de un año y tomar los mandos de la compañía que su padre fundó hace ya casi 50 años, Javier Hidalgo ha cerrado dos operaciones 'maestras' que harán, si el viento sopla a su favor, que acabe el 2020 con varias decenas de millones de euros en su bolsillo. Eso sí, a la 'nave' familiar apenas le quedarán piezas de valor tras semejante desguace.

La primera de sus 'jugadas' ha sido el acuerdo de venta de Air Europa a Iberia por 1.000 millones de euros, su negocio más rentable y con el que conseguía el 52% de los ingresos del grupo. Según cálculos realizados por Vozpópuli, en caso de repartir dividendos, esta operación le generará una plusvalía de alrededor de 70 millones de euros apenas un año después de hacerse con un 17% del accionariado. Un negocio 'redondo' para el segundo accionista del grupo. 

Apenas unas semanas después, el varón de los Hidalgo acordó con Barceló la fusión de sus divisiones de viajes minoristas y mayoristas -Viajes Halcón, Ecuador y Travelplan- a través de una sociedad independiente. Crearán un gigante con 1.500 puntos de venta y una facturación superior a los 3.000 millones de euros, tomándole la delantera al líder hasta ahora en España, Viajes El Corte Inglés. 

Una operación redonda

Esto significa que tras la 'tajada' de Air Europa -una operación que esperan cerrar en la segunda mitad de 2020- el hijo de Juan José Hidalgo seguirá sacando rédito de su 17% en la sociedad turística resultante, en la que Globalia y Barceló participarán al 50%. Más allá, en las entrañas de la compañía apenas quedará un 10% de lo que hay hoy: la cadena hotelera Be Live, con 34 hoteles abiertos, y el servicio de handling, que conservará tras la venta de Air Europa. 

Los que le conocen hablan de él como un empresario al que le gustan las fiestas, una actividad social que "aprovecha para hacer negocios". Es sabido que el CEO de Globalia decidió fletar un Airbus A330 para viajar con 'su cuadrilla' a la mediática boda de la cantante Paulina Rubio y Colate Vallejo-Nájera. Un vuelo con ambiente muy festivo que provocó la queja de los pasajeros que no se unían a ella. 

Las dos operaciones anunciadas en 2019 las ha cerrado al margen de la prensa y filtraciones, en un entorno informal e improvisado, según relatan fuentes del sector. Las mismas fuentes aseguran que la negociación de los 1.000 millones con Iberia se produjo un domingo de madrugada, con la amenaza de ceder su imperio a otro postor 'peligroso' para la aerolínea española: Air France-KLM

Las tensiones entre Javier Hidalgo y sus hermanas por el rumbo de la compañía son más que sonadas

En 2016 ya demostró su espíritu oportunista al vender Pepephone por 158 millones de euros. La 'teleco', fundada nueve años antes en el seno de Globalia, alcanzó el medio millón de usuarios y los 64 millones de euros de facturación al año en 2016, cuando Hidalgo aprovechó el 'tirón' para vendérsela a MásMóvil, uno de sus competidores en el sector.

Fue ya entrado en los 40 años, tras cursar Administración de Empresas en la Universidad de Pepperdine (Malibú) y experimentar en otros lares, cuando volvió al redil familiar. Primero comenzó en Torre de Madrid, antigua sede de Halcón Viajes. Más adelante, tras su éxito con Pepephone, Javier tomó el relevo ejecutivo de su padre, que se mantiene como presidente pero retirado en República Dominicana.

Se convertía así en el jefe de su hermana menor, Cristina, también directiva del grupo, y de la mayor, María José Hidalgo, que ha sido durante los últimos años la máxima responsable de Air Europa. En este sentido, las tensiones entre Javier y sus consanguíneas por el rumbo de la compañía son más que sonadas, sobre todo con su hermana María José ante la inminente venta de Air Europa. 

La división familiar también ha provocado la salida de varios ejecutivos de la compañía. En abril de este año, se concretaba la del director general, Juan Arrizabalaga, tras seis meses en el cargo. Arrizabalaga había sustituido a Pedro Serrahima, íntimo de Javier Hidalgo, que tampoco llegó cumplir el año en la dirección de la compañía por diferencias con él sobre la estrategia empresarial del grupo. 

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