Los agentes sociales al completo rechazan la propuesta de nuevos ERTE o Mecanismo RED que ha propuesto el Gobierno. Así se ha puesto de manifiesto en la mesa de la reforma laboral que ha analizado la iniciativa, que acaba de terminar, a la que la patronal ha acudido ya con una visión muy crítica, después de que el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, la haya tachado de "intervencionista", "ideológica" y que eleva los costes para las empresas. Pues bien, los sindicatos también se han mostrado contrarios a la propuesta, según fuentes conocedoras de la negociación. Y también han advertido de que es compleja y muy farragosa, como la patronal.
En el caso de UGT y CCOO, los peros vienen de que entienden que en el nuevo mecanismo de formación para que la empresa recoloque al trabajador, éste pierde derechos. En concreto, señalan que pierde antigüedad y empeora sus condiciones.
La propuesta establece que la recolocación en otra empresa fuera del grupo empresarial tendrá que ser aceptada por el trabajador de forma voluntaria mediante su dimisión. En ese momento, la empresa de origen transferirá al Fogasa el 50% de la cuantía del despido improcedente que le hubiera correspondido al trabajador en ausencia de recolocación, con el fin de constituir un fondo para financiar los procesos de recolocación. "El trabajador suscribirá un nuevo contrato de trabajo con su nueva empresa, sin antigüedad, y con las nuevas condiciones laborales", dice.
Desde UGT echan en falta un compromiso claro de mantenimiento del empleo, como sí tiene la legislación de la pandemia, o que, una vez existente la garantía de empleo, se priorice las medidas que eviten destrucción de puestos de trabajo, explican en un comunicado. Han trasladado su petición de una mayor intervención, control y seguimiento de las organizaciones sindicales no sólo en la negociación del ERTE sino en la fase de ejecución. Asimismo, se oponen al mecanismo RED por cuestiones técnicas: no comparten que se pretendan regular situaciones estructurales con mecanismos coyunturales.
A esto UGT añade sus críticas a su "muy escasa nuestra presencia en la cogobernanza del mecanismo". Ante procesos de reconversión generalizada, las decisiones del Consejo de Ministros, a propuesta o no de tres Ministerios, "deberían de venir acompañadas de un proceso previo de negociación, en la que estemos los agentes sociales, de los sectores afectados en el que se analicen las causas, sus consecuencias y sus posibles soluciones", alerta al Gobierno.
La transferencia al Fogasa en caso de recolocación tampoco es de agrado de la patronal, que considera que el que sea del 50% de la cuantía del despido es desproporcionado. CEOE ha ratificado sus críticas y ha añadido que la propuesta "complica la posibilidad de llegar a un acuerdo en la mesa del diálogo social".