Hace justo diez años, Tim Cook, la mano derecha de Steve Jobs, asumió los mandos de Apple. El mercado recibió la sucesión con escepticismo. Jobs era el genio que estaba detrás del Mac, del iPod y del iPhone. Un personaje con aura de visionario. Pero Cook, un tipo exigente, cauto y menos creativo, sabía que no tenía que imitarlo. Después de una década al frente, el actual consejero delegado ha multiplicado las cifras de Apple y ha convertido a la compañía en una de las más valiosas del mundo.
Las comparaciones entre las cifras de la 'era Jobs' con las de la 'era Cook' evidencian que la gestión del CEO ha sido, como mínimo, muy eficaz. Apple se convirtió en 2020 en la primera empresa de Estados Unidos en valer dos billones de dólares en bolsa. Hoy su capitalización bursátil ronda los 2,5 millones. En enero de 2007, las acciones de la compañía cotizaban por debajo de los nueve dólares, ahora rozan los 150 dólares. Otro dato reciente: entre octubre de 2020 y junio de 2021, los primeros nueve meses de su ejercicio fiscal, la empresa ganó 74.129 millones de dólares, un 65% más que el mismo periodo del ejercicio anterior.
Cook ha logrado estos números apuntalando los productos creados durante la época de Jobs, lanzando accesorios como los AirPods y ampliando el abanico de servicios. Pero se le acusa de no haber innovado tanto como su predecesor. La revista especializada The Verge critica que Apple no ha desarrollado con Cook ningún producto de hardware que "realmente cambie las reglas del juego" como en su día hicieron el iPhone, el iPad o el Mac. Sus grandes lanzamientos de la última década han sido accesorios o nuevas versiones de los productos clásicos.
Cook: de IBM a 'delfín' de Jobs
Cook nació en Alabama en 1960. Estudió ingeniería industrial en la Universidad de Auburn y un master en dirección de empresas. Antes de aterrizar en Apple en 1998, trabajó para IBM y Compaq, dos grandes del sector. En la multinacional de Cupertino, Cook dirigió primero la división de Macintosh y luego las operaciones mundiales de la empresa. Fue Jobs quien le recomendó como su sucesor. El 24 de agosto de 2011, el cofundador de Apple dimitió y dejó la marca en manos de su mano derecha. Jobs murió seis semanas después.
El nombramiento de Cook levantó suspicacias en el mercado. Era un perfil distinto. Según The Wall Street Journal, Cook apenas visita el estudio de diseño de Apple, algo que Jobs hacía casi a diario. "Sabía que lo que tenía que hacer era no imitarlo. Fracasaría miserablemente en eso (…) Tienes que trazar tu propio camino, ser la mejor versión de ti mismo", explicó Cook a ESPN en 2017. El diario económico define al empresario como un hombre exigente con sus empleados, detallista y adicto al trabajo.
El legado de una década
Como otras tecnológicas, Apple ha ampliado en los últimos años su abanico de servicios para el cliente. Ya no se centra únicamente en desarrollar nuevos teléfonos, tablets y ordenadores. Su negocio también está en las suscripciones de pago de iCloud, Apple Music, Apple TV Plus, Apple Arcade o Apple Fitness Plus o en servicios bancarios como Apple Pay, Apple Card y Apple Cash. En cuanto a los productos de hardware, sus mayores éxitos han los AirPods y el Apple Watch.
Los últimos resultados de la Apple son una buena muestra del camino que ha tomado la compañía bajo la batuta de Cook. Las ventas de iPhone entre octubre de 2020 y junio de 2021 reportaron 153.105 millones de dólares a la empresa californiana. Los servicios, la mayoría introducidos durante la 'era Cook', ocupan la segunda pata del negocio. En ese mismo periodo, generaron unos ingresos de 50.148 millones. Le siguen las ventas de wearables y accesorios (29.582 millones), de Macs (26.012 millones) y de iPad (23.610 millones).
China, Epic Games y el activismo interno
A pesar de este crecimiento imparable, Cook ha lidiado con varias polémicas que también forman parte de su legado. Entre ellas, la relación de la compañía con China, la batalla legal con Epic Games o la publicación en medios de comunicación de críticas internas de los empleados.
En 2014, Cook reconoció públicamente que era homosexual. Desde entonces, la compañía ha aumentado su defensa de los derechos humanos y de la privacidad. Estas batallas personales de Cook chocan con la relación que mantiene Apple con China, país donde genera la quinta parte de sus ventas.
En mayo, una investigación de The New York Times reveló que Apple ha tenido que hacer concesiones al gobierno chino para salvaguardar sus buenas relaciones comerciales con el gigante asiático. Gracias a un acuerdo legal, la compañía comparte los datos de sus clientes con las autoridades chinas sorteando así las leyes estadounidenses. Apple también ha eliminado de la App Store en China aplicaciones que infringían las normas locales o que mencionaban temas prohibidos en el país, como el Dalai Lama o las protestas de Hong Kong. Por su parte, la compañía defiende que se ajusta a las leyes de cada país y que en China tiene el control sobre las claves de encriptación que protegen los datos de sus usuarios.
La multinacional también se encuentra a la espera del veredicto del juicio que le enfrenta contra Epic Games, creadora del popular videojuego Fortnite. La batalla comenzó cuando Epic Games introdujo un sistema de pagos alternativo al de la App Store. Como respuesta, Apple, que cobra a los desarrolladores una comisión del 30% por las transacciones que se llevan a cabo a través de su tienda virtual, decidió borrar de la plataforma todas las apps de Epic Games. La desarrolladora de videojuegos demando a la empresa de la manzana por su "conducta anticompetitiva".
Bajo el mandato de Cook se ha 'roto' el conocido secretismo de la empresa de Silicon Valley. No es nada habitual que los empleados de Apple hablen en público sobre conflictos internos de la compañía. Pero el fichaje de Antonio García Martínez, un polémico exempleado de Facebook, provocó que un grupo de trabajadores escribiera una carta pidiendo una investigación. La misiva se filtró a la prensa y García Martínez fue despedido a las pocas horas. Una semana después, se filtró otra carta de empleados musulmanes en la que reclamaban a la empresa una declaración de apoyo a Palestina.