El presidente de Novacaixagalicia tuvo el pasado lunes en Madrid una jornada de lo más completa. Después del amplio eco que encontró en la mayoría de los medios la campaña de disculpas por la comercialización de las preferentes realizada por la caja en su anterior etapa, José María Castellano se explayó en la SER, en Onda Cero y en varios periódicos económicos para explicar a fondo cómo ve el futuro de la entidad que preside. La hora del almuerzo se la reservó al ex ministro José Blanco, con quien compartió mesa y mantel en el restaurante Balzac.
En el encuentro, Castellano le trasladó a Blanco su optimismo por la andadura que le espera a Novacaixagalicia, la solidez de sus socios privados y la plena viabilidad de los planes supervisados por el Banco de España. El presidente de la entidad también ha trasladado sus reflexiones en las últimas semanas al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al Bloque Nacionalista Gallego y a los sindicatos de esta comunidad.
En la conversación salió también la buena marcha de Zara, en un contexto de graves dificultades para la mayoría de las empresas españolas, así como la actualidad de la política gallega.
Blanco tiene todavía pendiente la decisión de si presentarse o no a los comicios autonómicos, algo que dependerá, en primer lugar, de si hay o no adelanto electoral y, en segundo lugar, de que se archive o no el expediente del ‘caso Campeón’ que le afecta de forma personal. Para cumplir su aspiración, que él desmiente en privado, también tendrá que doblar el brazo al ex ministro Francisco Caamaño y al actual líder de los socialistas gallegos, Patxi Vázquez. De momento, todo está en el aire.