Las copiosas nevadas de la última semana ha aumentado de forma significativa el peligro de aludes en la zona del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, por lo que el Ministerio ha activado una alerta de nivel tres en una escala del uno al cinco.
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de un comunicado, ha informado este viernes de que ya han sido observados algunos aludes, y de que el manto de nieve se considera inestable en este espacio protegido.
Los espesores de nieve son variables aunque en muchos lugares superan el metro de grosor y hay determinados puntos donde las acumulaciones se encuentran por encima de los dos metros.
No se descartan aludes de nieve reciente suelta y también de placa que pueden desencadenarse tanto al paso de una persona como espontáneamente, en especial en las laderas más empinadas.
El tamaño de los que se esperan es mediano, es decir de una avalancha capaz de enterrar o destruir un coche, dañar un camión, destruir un edificio pequeño o romper un número pequeño de árboles, detalla el comunicado.
No se descartan aludes grandes
No se puede descartar totalmente la posibilidad de que se produzca algún alud grande, de tamaño cuatro, con daños incluso mayores.
Las zonas más peligrosas son pendientes empinadas, desprovistas de árboles, en cotas por encima de 1.900 ó 2.000 metros y principalmente, las áreas cercanas a las crestas y cordales en laderas con orientaciones sur, por lo que las laderas del Circo de Peñalara son uno de los lugares más propensos.
Aunque la previsión es que la capa de nieve tienda a estabilizarse, el peligro de aludes seguirá siendo significativo y deberá tenerse muy en cuenta durante el sábado (10 de febrero) y el domingo (11 de febrero).
Evitar excursiones
Ante un hipotético alud, la Dirección General de Emergencias de la Comunidad de Madrid recomienda evitar la práctica de excursionismo o senderismo en zonas donde haya nevado, hasta que el manto de nieve esté bien asentado, así como evitar las laderas lisas, sin grandes rocas ni árboles y caminar por las partes altas de las laderas.
El excursionista también debe tener en cuenta que las laderas contrarias a las que sopla el viento y las orientadas hacia el sol tienen mayor riesgo de aludes.