El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha soliviantado a buena parte del cuerpo diplomático por designar como embajador a un ex colaborador y amigo personal de Jorge Moragas, según ha sabido Vozpópuli. Se trata de Álvaro Renedo, nombrado embajador en Albania por el Consejo de Ministros esta semana.
Renedo (Burgos, 1980) fue uno de los más estrechos colaboradores de Moragas en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno durante el mandato de Mariano Rajoy (2011-2018). También de Jorge Toledo, secretario de Estado de Asuntos Europeos con el PP. Durante esta etapa, Renedo dirigió el Departamento de Asuntos Europeos y G20 en La Moncloa. Moragas es actualmente el embajador de España en Filipinas. Toledo es embajador en Japón.
Una de las críticas que se ha hecho internamente es el escaso bagaje exterior de Renedo. Albania no es un destino sencillo para la diplomacia española, porque tiene en su agenda el contencioso de Kosovo. España todavía no ha reconocido oficialmente a este territorio, a pesar de la presión de algunos de nuestros principales aliados para que lo haga.
Albania y un escasa experiencia
El nuevo embajador en Albania ingresó en la carrera diplomática en 2007. Según la referencia del Consejo de Ministros, su única experiencia en una embajada ha sido como cónsul en Argel, donde estaba destinado desde agosto del año pasado.
Además del Gabinete de Presidencia, Renedo ha sido adjunto al Director General de Asuntos Generales y Coordinación de Políticas del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, y Jefe de Área y Jefe de Servicio en el Gabinete del Secretario de Estado para la Unión Europea.
La luna de miel de Albares con el Ministerio tras su desembarco en sustitución de Arancha González Laya va apagándose poco a poco. El actual ministro fue recibido como “agua de mayo”, según algunas fuentes, tras la "gestión errática" de Laya y su equipo.
Sin embargo, Albares ha hecho algunos nombramientos polémicos. Y también ha impulsado ceses controvertidos. Uno de los más sonados fue el de Fernando Fernández-Arias, que fue fulminado del cargo de director general de Naciones Unidas, Organismos Internacionales y Derechos Humanos a principios de octubre.
El titular de Exteriores ha tenido que lidiar también con la imputación de Camilo Villarino, exjefe de Gabinete de Laya, por el caso de Brahim Ghali. Villarino es un diplomático muy querido en la carrera y ha recibido el apoyo público de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE).
Los retos de Albares
Este diario ha informado recientemente de cómo La Moncloa ha arrebatado al Ministerio de Asuntos Exteriores el control del semestre de la Presidencia española de la Unión Europea, que tendrá lugar entre julio y diciembre del 2023. La Presidencia del Gobierno ha creado una Oficina de Coordinación para la Presidencia Española de la Unión Europea con sede en La Moncloa. Sánchez ha colocado como directora de esta oficina a la diplomática Aurora Mejía, que hasta ahora encabezaba el departamento de Unión Europea dentro del Gabinete del presidente.
Fuentes consultadas por Vozpópuli han interpretado este movimiento como un golpe de mano de Sánchez frente a Albares para controlar directamente todo lo relacionado con el semestre de presidencia española. Albares recuperó la secretaría general de la UE –con rango de subsecretario-, en la que puso al frente a Pascual Ignacio Navarro. Según Albares, esa secretaría, desaparecida del Ministerio durante la última década, tenía como principal objetivo coordinar los trabajos de preparación para la presidencia española.
El titular de Exteriores asumió la cartera en julio con la misión fundamental de apagar el incendio diplomático más grave de España en los últimos años. La crisis con Marruecos está todavía en vías de solución, pero avanza muy lentamente. Entre otras razones por el propio choque entre el Marruecos y Argelia, que amenaza el gas que recibe España por la vía del Magreb.