Fueron sus únicas palabras en español en una larga intervención en inglés ante sus socios del grupo ALDE (Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa), pero suficientes para lanzar el mensaje. El líder de C's, Albert Rivera, pidió este jueves a los dirigentes de los partidos de ALDE que le presten su "ayuda para conseguir que la democracia llegue a esos países de Iberoamérica", en alusión a las dictaduras y regímenes populistas, en caso de ser elegido presidente del Gobierno.
De esta forma, Rivera quiso lanzar todo un guiño al voto inmigrante latino, con el que quiere llegar a La Moncloa en los comicios del 20-D. En esta línea, destacó que España debe "jugar un papel fundamental" en Europa a la hora de "fortalecer los lazos con todos los hispanos" y puso en valor el idioma español como "patrimonio" y "activo" para 500 millones de personas en todo el mundo.
Si bien Rivera no citó ningún países concreto de Suramérica, pudo leerse entrelíneas que uno de esos regímenes es Venezuela, con el que responsables de Podemos, entre ellos Pablo Iglesias, Íñigo Errejón o el dimitido cofundador Juan Carlos Monedero han tenido estrecha relación en asesoría política.
C's y Podemos compiten por erigirse en alternativa al bipartidismo, pero el partido de Rivera quiere dejar bien claro quiénes son sus aliados y quiénes deben ser rebatidos. La formación de Iglesias votó el pasado marzo en el Parlamento europeo en contra de exigir la liberación inmediata de los opositores venezolanos encarcelados por el Gobierno de Nicolás Maduro (Antonio Ledezma, Leopoldo López y Daniel Ceballos) y de estudiantes detenidos en manifestaciones.
"¿Por qué no un gobierno liberal en España como hay ahora mismo en otros siete países europeos?", planteó Rivera
El presidente de Ciudadanos estuvo arropado este jueves por una treintena de líderes europeos liberal-demócratas en el acto 'Otra Vía para España' celebrado en Madrid. Mientras, el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, clausuraba en la misma ciudad el Congreso del Partido Popular Europeo (PPE), que reunió a la canciller alemana Angela Merkel, al expresidente francés Nicolás Sarkozy, y al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Rivera, a quien acompañaron sus dos eurodiputados Juan Carlos Girauta y Javier Nart, además del también MEP Fernando Maura, expulsado de UPyD, contó con el respaldo del presidente del grupo ALDE en la Eurocámara, el exprimer ministro belga Guy Verhofstadt, el líder del partido centrista griego To Potami (El Río), Stavros Theodorakis, o el jefe de la formación neoliberal austríaca Neos, Mattias Strolz, entre otros.
En su intervención, Rivera se preguntó ante los asistentes: "¿Por qué no en España? ¿Por qué no un gobierno de liberales como hay ahora mismo en otros siete países europeos (Holanda, Dinamarca, Bélgica, Finlandia, Luxemburgo, Estonia y Eslovenia)?" El presidente de C's apuntó a sus colegas que la formación naranja ha superado a Podemos en las encuestas y va recortando distancia a PSOE y PP.
Precisamente, Rivera criticó a estas fuerzas tradicionales por haber usado el discurso europeísta "con fines partidistas", el motivo, dijo, de que no haya tenido "ningún impacto real" ni en las instituciones, ni en la cultura política española. Además, el líder de C's señaló que "el populismo y el nacionalismo emergente son el producto de los déficits políticos y socioeconómicos" cosechados hasta ahora por el gobierno de turno.
Verhofstadt pide el "contagio liberal" de C's a otros países
Por su parte, el presidente de ALDE, Guy Verhofstadt, animó a Ciudadanos a continuar el buen camino emprendido porque "podéis hacer realidad el cambio aquí en España". "Algo que debe ser contagioso" a otros países, enfatizó el exprimer ministro belga (1999-2008). "Una fuerza liberal que rompa los prejuicios políticos sobre la Europa menos desarrollada del sur. Un ejemplo liberal a seguir por el sur de Europa", recalcó.
Asimismo, Verhofstadt emplazó a sus homólogos a "deshacernos de tres actitudes", que aglutinó y denominó como "la enfermedad europea". Citó, por este orden, la "Europa a la carta", en la que no hay una Unión, sino diez distintas (los 28, Schengen, el euro, las patentes...); el enfoque del "paso a paso", esto es, "juguetear a izquierdas y derechas", y por último, una "visión del mundo nublada y obsoleta", la misma que "impide dar un salto hacia adelante y adaptarse a la modernidad".