"Lo primero que tiene que hacer el PSOE andaluz es aclararse y saber a quién hacer caso". El consejero de Presidencia de la Junta, Elías Bendodo, ha apelado a la federación socialista más importante de España a una "cuestión de orden" dentro de sus órganos. El brazo derecho de Juanma Moreno cree que la "bicefalia" existente en dicho partido perjudica las negociaciones abiertas para la aprobación del Presupuesto 2022. Se refiere, concretamente, a las continuas declaraciones del dirigente nacional Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que interfieren en el relato del líder socialista andaluz, Juan Espadas.
Las palabras de Bendodo, este martes, se han producido horas después de que el secretario general del PSOE-A recordara su ultimátum, al Gobierno andaluz, para que le respondan a su documento de propuestas presupuestarias antes del inicio del debate sobre el estado de la comunidad autónoma, que arranca este miércoles en el Parlamento.
El protagonismo que está jugando Ferraz, al inmiscuirse en la negociación entre Espadas y el Ejecutivo autonómico, no ayuda precisamente al sucesor de Susana Díaz. Sin ir más lejos, este mismo martes, a primera hora de la mañana, Gómez de Celis, poderoso dirigente andaluz en Ferraz, aseguraba en declaraciones a TVE, que están "lejos" de poder apoyar el Presupuesto de la Junta.
Celis, ya días atrás, puso como condición irrenunciable para el apoyo socialista, traducido en una abstención, que "no se despida a 8.000 sanitarios". Se trata de contratos que no se renuevan (ninguno afecta a médicos), relacionados con el refuerzo que se hizo para la pandemia, fundamentalmente de analistas clínicos de PCR.
Horas antes de la comparecencia de Bendodo, junto al vicepresidente Juan Marín, tras el Consejo de Gobierno presidido por Juanma Moreno, el líder socialista andaluz comparecía en su sede regional para recordarle al Ejecutivo de centroderecha el plazo que les otorga. Ha sido un confuso y alambicado discurso, porque no ha concretado, de forma clara, si los "8.000 despidos" son una condición para pactar las cuentas de 2022, al contrario de lo que mantiene Gómez de Celis, circunstancia aprovechada por PP y Cs para hablar de "bicefalia".
El vicepresidente Marín sostiene que no saben ya con quién hablar en el PSOE andaluz, en el marco de lo que parece una jaula de grillos: "no hay interlocutores, no sabemos si es la señora Férriz, el señor Gómez de Celis, o el señor Espadas", ha enfatizado ante los periodistas: "esto ya no es una bicefalia, es una multitud".
En el seno de la coalición gubernamental de centroderecha ha sentado especialmente mal que Espadas trate de imponer "líneas rojas" para que PP y Cs no se sienten a negociar con Vox: "No vamos a permitir que se excluya a ninguna fuerza política, cuando el señor Sánchez está negociando con Bildu y con el señor Otegi", ha dicho Marín. A renglón seguido se ha preguntado en voz alta "por qué no nos vamos a sentar con el señor Gavira", en alusión al portavoz parlamentario de Vox.
Con respecto al documento de ocho propuestas que Espadas elevó al presidente Moreno, durante la reunión que mantuvieron ambos semanas atrás, Juan Marín sostiene que "todos son declaraciones de intenciones y brindis al sol", por lo que ha reiterado su petición a Espadas "para que nos diga con quién hablamos; las instrucciones sabemos de dónde vienen", en alusión a Ferraz.
El barón regional de Ciudadanos cree que con el PSOE es "imposible hablar para llegar a un acuerdo, porque no hay propuestas concretas ni interlocutores de los que te puedas fiar". Sin embargo, Marín ha dicho que desde el Gobierno andaluz "no damos por cerrado nada". Como ejemplo de la volatilidad de las posiciones políticas ha recordado cuando el exportavoz de Vox en la Cámara autonómica, Alejandro Hernández, "retiró una enmienda en el último minuto", antes de la aprobación del Presupuesto 2021.
Espadas ha mantenido, este martes, que va a "aguantar" en su oferta de acordar el proyecto de Presupuestos andaluces para 2022 sin "romper" la misma, pese al "silencio absoluto" del Gobierno de PP-A y Ciudadanos (Cs) a las propuestas que el Grupo Socialista ha trasladado a la Junta para apoyar en el Parlamento las cuentas autonómicas del año que viene, y aunque cree que en la Junta "lo que se está imponiendo es el criterio de que hay que pactar con Vox".
Por más que los periodistas le han insistido en que aclarara si la renovación de 8.000 contratos sanitarios era condición sine qua non, para posibilitar una abstención del PSOE, dada la negativa de Vox al ejercicio de 2022, Espadas no ha sido claro.
"Si hay despidos, no hay una apuesta por la sanidad pública" por parte del Ejecutivo de PP y Cs, y "el PSOE no va a estar en eso", ha respondido, no tan tajante como fue Celis el fin de semana.
Cree Espadas que "despidiendo a personal sanitario, el diálogo no es posible". Ha querido dejar claro que "la decisión sobre si el diálogo sigue o no" en torno al Presupuesto la tomará él, que es "el secretario general del PSOE de Andalucía", y no va a "apoyar a un gobierno que quiera cargarse la sanidad pública", informa Europa Press.
Más allá de lo que el vicepresidente Juan Marín ha llamado "trilerismos de Espadas", tras dejar claro que "nada tiene que ver el Presupuesto con el debate sobre el estado de la comunidad" que arranca este miércoles, el problema del líder del PSOE-A es que no quiere aparecer como el culpable de que, finalmente, el Presupuesto no salga adelante. De ahí la construcción del relato que está haciendo para que el culpable sea el Ejecutivo de Moreno.
La irrupción de Ferraz y Gómez de Celis en este debate ha venido a evidenciar que al PSOE federal no le interesa aprobar un presupuesto con el PP, aunque sea con una abstención, de ahí el viraje de Espadas, un político supeditado a lo que se decida en Madrid desde la dirección federal.