La Audiencia Nacional ha abierto diligencias para investigar el homenaje al etarra Aginaga en su pueblo natal de Berango (Vizcaya) el pasado 13 de marzo. El magistrado Ismael Moreno ha admitido las denuncias presentadas por Vox y la Fundación Villacisneros y ha imputado, además, a tres personas implicadas en la organización del homenaje al expreso de ETA, que corrió a cargo de los disidentes abertzales de ATA. Sortu y el colectivo oficial de presos de la banda se desvinculó del acto.
En una providencia de este miércoles, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, el instructor acuerda además una batería de diligencias en aras a esclarecer si se cometió delito con el homenaje a este exintegrante del comando Nafarroa. Lo primero que hace es citar como investigados al presidente de la asociación que facilitó el frontón para realizar el ongi etorri, Hegoi Uriarte, además de Goiuri Alberdi y Martín Echegaray. Este último fue juzgado y absuelto también en la Audiencia por actos violentos de la kale borroka durante las fiestas de Galdacano (Vizcaya) en septiembre del año 2000.
El juez reclama al Ayuntamiento de Berango toda la documentación del homenaje y el expediente sancionador a la asociación Kultural Kandaru Euskal Kultura, además del informe de la Ertzaintza sobre el acto. La Audiencia Nacional también se dirige a la Subdelegación del Gobierno del País Vasco para que remita informe completo del homenaje a Aginaga a su retorno a Berango tras cumplir dos décadas de prisión.
Aginaga, "como un héroe"
Del mismo modo libra oficio a la Policía Nacional y Guardia Civil para que remitan informe al Juzgado Central de Instrucción número 2 acreditando toda la documental que presentaron los denunciantes y también identificando a los miembros del grupo radical ATA (Amnistia Ta Askatasuna). El juez Moreno quiere saber los autores mediatos de la cuelga de pancartas y distribución de folletos llamando al ongi etorri de Aginaga y todo lo que ocurrió dentro y fuera del frontón donde fue recibido.
La asociación Dignidad y Justicia pidió a este órgano que ahora investiga los hechos que suspendiera el acto al entender que era constitutivo de delito de humillación a las víctimas del terrorismo. Según alegaron, iban a tratar como un héroe a este etarra pese a su historial dentro de la banda terrorista. El órgano, como viene siendo habitual en este tipo de peticiones, desestimó la petición alegando que no se puede actuar antes de la presunta comisión del delito.
Con todo el acto generó una grieta en la izquierda abertzale. Sortu y el colectivo oficial de presos de ETA (EPPK) se desmarcaron del homenaje a Aginaga porque éste, integrante del núcleo más duro de la banda, no secunda la estrategia 'oficial' del fin de la violencia en el País Vasco. En su defecto, cogió las riendas el colectivo ATA. Los considerados como 'disidentes abertzales' suelen criticar la postura de Bildu con el Gobierno y la nueva estrategia con los presos de la banda, que consideran como una "degradación".
Tras el baño de masas de Aginaga, la formación Vox recurrió a la Audiencia Nacional para pedir que se investigasen los hechos por presunto delito de enaltecimiento del terrorismo. El partido que lidera Santiago Abascal expuso que la celebración era un acto claramente "contrario a la Ley" y que, entre los responsables de los hechos, se encontraba también el Ayuntamiento de Berango.
Recibimiento de presos
Vox, que solicita su personación como acusación popular, recuerda que pidió sin éxito a la Subdelegación del Gobierno del País Vasco la suspensión del ongi etorri. "La sistemática de la organización de los actos es a través de la propaganda que publican en las redes sociales, así como la necesaria autorización del Ayuntamiento para su celebración, pues, no cabe duda alguna es que la colaboración en la preparación y celebración por parte de los Ayuntamientos se torna un elemento esencial del mismo, del que su Alcalde es el máximo responsable.
Tal y como informó este medio, en los días previos a este homenaje diversos grupos de ideología nacionalista promovieron la participación del ala más radical de la izquierda abertzale en el acto. Lo hicieron en las calles del País Vasco, pero también en páginas web de carácter independentista. Los carteles que se exhibieron en el homenaje llevaban el símbolo de ATA y algunos de los asistentes reivindicaron en un comunicado posterior su defensa a los ongi etorri y su frontal rechazo a las tesis de la coalición abertzale que lidera Arnaldo Otegi.
De este hecho se hace eco la denuncia de Vox que recoge que el acto de Aginaga (condenado por delitos de tenencia de armas y explosivos) se celebró cinco meses después de que el EPPK renunciara expresamente a estos recibimientos públicos a los etarras que salen de prisión. Al respecto recuerdan que el homenaje, entendido como un desafío a la línea de actuación oficial, es el segundo realizado por los radicales críticos con la gestión de Sortu. El anterior fue el del etarra Iñaki Etxebarría (alias 'Mortadelo'), el 24 de diciembre del año pasado en Pamplona.
Informe de la Guardia Civil
Por ello el partido pidió la imputación de la alcaldesa de Berango, María Isabel Landa, y del resto de organizadores aludiendo a que la jurisprudencia nacional, pero también europea entiende que estos actos trascienden los límites a la libertad de expresión. Al respecto, el juez ordena también a la Guardia Civil que remita su informe de 18 de marzo de 2021 sobre la 'Propuesta de adecuación de los recibimientos de presos' en el que se recogen “una serie de pasos o fases planteadas por los organizadores para gestionar los recibimientos” a los presos recién salidos de la cárcel o “los huidos que regresan al País Vasco”.
Dicho informe, incorporado al sumario de otras diligencias abiertas en la Audiencia Nacional, desvelaba el plan del entorno de los presos de ETA para celebrar los ongi etorri a puerta cerrada y, a cambio, conseguir beneficios en materia de política penitenciaria del Gobierno de Pedro Sánchez. Los agentes constataron que este cambio de criterio no obedecía a un arrepentimiento real sino a su único interés de conseguir el acercamiento al País Vasco de los presos de la banda terrorista.