La infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarin han llegado este lunes pasadas las 8:10 horas de la mañana a la Escuela Balear de Administración Pública (EBAP), situada en el polígono Son Rossinyol, a las afueras de Palma de Mallorca, en un vehículo privado y con semblante serio. Los dos imputados se han presentado con más de una hora de antelación para asistir a la primera sesión del juicio del caso Nóos, en el que se investiga la trama de corrupción supuestamente organizada por el cuñado de Felipe VI y su exsocio Diego Torres para lucrarse de distintas administraciones públicas a través de una fundación sin ánimo de lucro. La infanta vestía chaqueta azul, pantalón del mismo color y un pañuelo de flores en el cuello mientras que su esposo ha optado por una chaqueta de color azul marino, pantalón gris marengo y corbata azul.
Ni Cristina de Borbón ni Urdangarin han realizado declaraciones a los medios de comunicación a su entrada en la sede judicial. A ambos les esperaban más de un centenar de medios gráficos en las puertas del tribunal. No obstante, la hermana del rey Felipe VI ha saludado con un escueto "hola" a los informadores antes de acceder al interior para pasar por el arco de seguridad. Minutos antes habían llegado sus respectivos abogados. El primero en acceder ha sido la defensa de Urdangarin, Mario Pascual Vives, sobre las 07.50 horas, y cinco minutos después lo ha hecho el equipo que defenderá a la infanta: Miquel Roca, Jesús María Silva y Jaume Riutord.
Ni Cristina de Borbón ni Urdangarin han realizado declaraciones a los medios de comunicación a su entrada en la sede judicial
Está previsto que el juicio del caso Nóos arranque a las 9:15 horas en la tercera planta de la Escuela Balear de Administración Pública (EBAP) de Palma de Mallorca con la fase de cuestiones previas. Lo más destacado en las inmediaciones de esta sede son las fortísimas medidas de seguridad –con un dispositivo policial de 200 agentes para velar por la seguridad de los acusados- y los casi 600 periodistas que cubren uno de los juicios más importantes de España y, sin duda, más mediáticos.
La doctrina Botín
La estrategia que seguirán este lunes y en los días sucesivos los abogados de la infanta está clara: plantearán en las cuestiones previas que se le aplique la doctrina con la que el Tribunal Supremo libró del banquillo al ex del banco Santander, Emilio Botín, en el caso de las cesiones de crédito al no abrir juicio oral contra él porque se estableció que no se podía ir a juicio si sólo lo solicitaban las acusaciones populares y se oponían la Fiscalía y los perjudicados directos del supuesto delito. En el caso concreto de la infanta, acusada de dos delitos contra la Hacienda Pública, el perjudicado directo sería el Estado ,representado en el caso Nóos por la Abogacía del Estado. Sin embargo, la abogada del Estado asignada a esta causa, Mercedes Ripoll, ha defendido siempre que Cristina de Borbón no ha cometido ningún delito.
En su escrito de acusación, el fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, sostuvo que a la infanta se le debía aplicar la 'doctrina Botín' y que ésta tan solo debía prestar una fianza de responsabilidad civil de 587.413 euros por ser "partícipe a título lucrativo" de los fondos defraudados por el que fuera Duque de Palma. Es decir, sin haber cometido el delito se ha beneficiado sin saberlo de los "efectos" del mismo. Horrach ha defendido siempre que no existen sobre la infanta indicios de haber cometido delito alguno, aunque cree que ésta habría obtenido un aprovechamiento ilícito del dinero presuntamente defraudado a través de la empresa 'pantalla' Aizoon. Anticorrupción considera a la infanta "partícipe a título lucrativo" de los 337.138 euros defraudados por el que fuera Duque de Palma a través de la empresa Aizoon en los años 2007 y 2008.
El tribunal que juzgará junto con Cristina de Borbón a su esposo, Iñaki Urdangarin; a su exsocio Diego Torres, a la mujer de éste, al expresidente Balear Jaume Matas así como a trece acusados más, está compuesto por tres magistradas -Samantha Romero Adán (presidenta y ponente), Eleonor Moyá Rosselló y Rocío Martín.