El Gobierno de Castilla-La Mancha ha desactivado el Plan Específico ante el Riesgo por Fenómenos Meteorológicos Adversos (METEOCAM) a las 22:00 horas de este miércoles. El plan había estado en Fase de Alerta, Situación Operativa 0, desde la tarde-noche del domingo, debido a los avisos de nivel amarillo y naranja emitidos por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) tras el paso de la borrasca Herminia.
La desactivación se ha llevado a cabo tras comprobarse la evolución positiva de las predicciones meteorológicas y la resolución de los incidentes registrados en el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 1-1-2. Durante la activación del METEOCAM, se han contabilizado un total de 310 incidentes en toda la región, la mayoría provocados por fuertes rachas de viento. La provincia de Albacete ha sido la más afectada, con 154 incidentes, superando al resto de provincias. Toledo ha registrado 65 incidentes, convirtiéndose en la segunda provincia más afectada. Por su parte, Ciudad Real ha contabilizado 34 incidencias, seguida de Cuenca con 31, y Guadalajara, siendo la menos afectada, con 26 incidentes.
Impacto de la borrasca Herminia
La mayor parte de los incidentes se produjeron el lunes, día 27, con un total de 240 incidentes. Estos eventos fueron ocasionados principalmente por fuertes rachas de viento que recorrieron las cinco provincias de la Comunidad Autónoma. La provincia de Albacete, y más concretamente su capital, se llevó la peor parte, con numerosas incidencias por caída de ramas, desprendimientos de tejas y arrastre de mobiliario urbano. La localidad ciudadrealeña de Torre de Juan Abad también fue uno de los puntos más afectados, sufriendo numerosos daños materiales, aunque afortunadamente sin víctimas. El paso de la borrasca Herminia ha dejado una huella considerable en Castilla-La Mancha, afectando tanto a infraestructuras como al entorno urbano. Las autoridades han trabajado arduamente para mitigar los efectos de los fenómenos meteorológicos adversos y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
El trabajo coordinado entre los diferentes servicios de emergencia ha sido clave para resolver las incidencias de manera eficiente y rápida, minimizando los daños materiales y evitando víctimas.