Quim Torra no se conforma únicamente con su 'guardia pretoriana' y decide ascender a comisario jefe de los Mossos d'Esquadra a un independentista como Eduard Sallent, que hasta hace solo dos meses se encargaba de las relaciones institucionales de los Mossos d'Esquadra.
El consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, ha dado la sorpresa con el relevo del anterior comisario jefe Miquel Esquius, que apenas llevaba 11 meses en el cargo, tras la destitución de Ferrán López, impuesto por el 155 y sin la confianza del Ejecutivo catalán.
Sallent aterriza en su nuevo cargo con la polémica 'guardia pretoriana' de Quim Torra. Un grupo de agentes de los Mossos d'Esquadra que recibirán órdenes políticas a partir de mediados de este mes. Se trata de agentes que gozan de la máxima confianza del presidente de la Generalitat y del nuevo jefe de los Mossos. Buch ha asegurado que se cierra así una etapa de tránsito para devolver la "normalidad" al cuerpo. Antes del 155 estaba al frente Josep Lluís Trapero.
Esta decisión de la Consejería de Interior ha generado malestar en el cuerpo. Tras el cambio por sorpresa en la cúpula, la oposición tampoco ha dudado ahora en cargar contra el nuevo nombramiento de Torra.
"Vuelven los dedazos del Govern separatista"
"Vuelven los dedazos del Govern separatista: el conseller Buch cambia de nuevo al jefe de los Mossos para seguir usándolos como si fuesen una policía política", ha afirmado Carlos Carrizosa, presidente de la formación naranja en el Parlament. "Es vergonzoso que se anteponga el procés frente a la seguridad de todos los catalanes", ha aseverado.
El PSC instará al consejero Buch a explicar los criterios tenidos en cuenta para ascender a un recién nombrado comisario, pasando por alto la experiencia de otros miembros en el cuerpo. Jaume Collboni, concejal electo de Barcelona, ha criticado la decisión por transmitir una "sensación de inestabilidad y de cambio de criterio cada dos por tres". Collboni no ha valorado el perfil de Sallent, manteniéndose muy esquivo con las preguntas sobre el nuevo comisario.
"Nos preocupa y mucho la inestabilidad que ha habido en la dirección política de Interior, los cambios de criterio y los nombramientos cada diez meses, que nos suenan a mucha improvisación", ha insistido el concejal socialista.
El PP ha criticado con dureza el "nombramiento político" de Buch. "Es un movimiento sospecho en los compases finales de esta legislatura", han afirmado fuentes populares a Vozpópuli. "No había consenso entre las formaciones para nombrar a Sallent".
Críticas de los sindicatos
Desde los sindicatos de Mossos también han criticado la decisión al considerar que se trata de un "comisario sin experiencia" y al que el cargo le viene "grande".
Sallent sale de la Comisaría General de Información del cuerpo de seguridad catalán, donde era el número dos, con el rango de intendente. Bajo su batuta se llevaron a cabo las negociaciones con el 15-M, acampados en la barcelonesa Plaza Cataluña, de la que fueron desalojados meses después.
Sallent fue el número dos del comisario Manel Castellví, que estuvo en Información, uno de los equipos dedicados a la lucha antiterrorista. En este cargo permaneció durante los atentados del 17 de agosto en Barcelona, con una tensión y sin relaciones entre Guardia Civil y Policía Nacional con los Mossos por la falta de información.
Su jefe fue considerado un "botifler" -traidor a la patria catalana- por los independentistas por su declaración en el juicio del 1-O. Ante el Supremo declaró que el operativo policial del 1-O fue "insuficiente", tumbando así los argumentos de la defensa en ese momento del proceso.
En su discurso Sallent ha querido esconder su marcada ideología independentista
Sallent ha querido esconder su marcada ideología independentista. En su discurso se ha centrado en "garantizar la libertad y la seguridad de los ciudadanos", en un momento en el que Barcelona registra índices muy preocupantes de criminalidad. En este sentido, centra su lucha contra el crimen organizado, los delitos a través de Internet y las agresiones a la libertad sexual.
Ahora manda un mensaje de "normalidad institucional con todos los operadores jurídicos", pero ha manifestado que los Mossos actuaron como debían tanto el 20-S como el 1-O, aunque hay varias causas abiertas por estos hechos, y aún se espera la sentencia del Supremo sobre qué sucedió en la Consejería de Economía.