Corinna zu Zayn-Wittgenstein incluyó en la carta que le remitió en marzo de 2019 a Felipe VI que el rey emérito había llevado muy lejos su campaña de acoso contra ella. Según el texto de la misiva, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, Juan Carlos I creó chats de mensajería móvil en los que incluyó a los hijos de la empresaria germano danesa y donde escribía textos peyorativos contra la que fue su amante.
“El Rey emérito también se ha dirigido a los dos hijos de nuestra cliente. Los ha incluido como miembros en varias conversaciones grupales privadas en línea donde ha publicado repetidamente comentarios falsos, despectivos y abusivos sobre su madre. El rey emérito continúa haciendo comentarios falsos y alentadores sobre nuestra cliente a su hijo”, dice la carta remitida en marzo del año pasado por los abogados de Corinna zu Zayn-Wittgenstein a la Casa del Rey.
Según la misiva, su deseo era establecer una línea de contacto con la Casa del Rey para que terminase la campaña de acoso que a su juicio sufre desde hace años por parte del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y del rey Juan Carlos. Dice ser víctima de informaciones falsas publicadas en la prensa española desde 2012, cuando se produjo el accidente de Botsuana. Considera que eso ha sido una fuente de problemas para sus negocios y que le ha empujado a ser investigada en Suiza en el marco de una causa por blanqueo.
Hasta ahora se conocía -porque así lo había denunciado ella- que ese año 2012 sufrió las amenazas del exdirector del CNI Félix Sanz Roldán. El aludido lo niega y esta denuncia de la que se hizo eco el excomisario Villarejo en un programa de televisión va a ser objeto de estudio desde el 18 de septiembre en el juicio por calumnias en el que está acusado el polémico mando. Corinna zu Zayn-Wittgenstein declarará en favor del policía para confirmar esas amenazas.
Operación con mercenarios
En sus denuncias conocidas hasta ahora, la examiga del Rey también se hizo eco de una operación llevada a cabo por una empresa de mercenarios. Contratados por el CNI, asaltaron su casa y su despacho en Mónaco en busca de información comprometedora de la Casa Real, siempre según su versión. Todos estos hechos los dejó por escrito y ante notario en un texto al que tuvo acceso Vozpópuli.
En esa declaración ante notario se da cuenta de la estrecha relación que, según Zayn-Wittgenstein, estableció el rey emérito con su hijo. Explica incluso que el viaje de caza a Botsuana en el que don Juan Carlos I sufrió un accidente fue en realidad un regalo para su hijo. Aquel viaje sirvió para dar a conocer la relación entre el monarca y la empresaria germanodanesa.
En la carta remitida a la Casa Real adelantada por El Mundo se infiere que los problemas no cesaron en 2012, sino que se han mantenido en el tiempo. En 2014, año de abdicación del rey emérito y en el que pierde su inmunidad, se puso en contacto con Corinna Larsen para pedirle que le devolviera los 65 millones de euros procedentes de Arabia Saudí. El propio monarca los había transferido dos años antes a una cuenta de ella en Las Bahamas. Zayn-Wittgenstein, aconsejada por sus abogados, se negó y el exjefe del Estado le acusó de haberle robado.
Ha informado al Reino Unido
Por otra parte, los abogados de Corinna zu Zayn-Wittgenstein informan de que el presunto ataque del CNI a través de mercenarios ha sido puesto en conocimiento de diferentes estamentos de seguridad del Reino Unido.
“La policía británica, la Secretaria Privada de Su Majestad la Reina Isabel II, la Oficina de Asuntos Exteriores y de Comercio, el Servicio de Seguridad y el Servicio de Inteligencia Secreta han sido informados sobre el acoso en curso y son conscientes de que las amenazas emanan del CNI. El Servicio de Seguridad advirtió al Jefe de la estación CNI en la Embajada de España en Londres que estas operaciones deberían cesar”, dice la misiva.
Esa comunicación añade que “un informe de un exfuncionario del Gobierno británico que analizó los ataques, concluyó que ‘no había duda de que el CNI había estado atacando activamente al cliente y sus asesores en una campaña de intimidación y acoso. Es muy probable... que esto haya sido en gran medida llevado a cabo utilizando contratistas negables, para que las medidas activas no sean llevadas a cabo por funcionarios del gobierno español’".