El Gobierno no pondrá en peligro la excelente relación que hay entre sus servicios secretos y los estadounidenses por el escándalo de espionaje en el que se está viendo envuelta la Agencia Nacional de Seguridad americana. Así se advierte en el Gabinete, donde se conoce que el propio Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tiene también capacidad en estos momentos para rastrear fuera del territorio hasta un millón de teléfonos por hora.