Las "tranquilidad" ha vuelto a la calle Rio Chico en Puente de Vallecas. Esta zona, que es muy transitada y cuenta con un Centro de Formación Profesional, vivió un año de "calvario" por la instalación de un punto de venta de drogas, según expresan algunos vecinos a Vozpópuli.
Por la mañana, por la tarde y por la noche se acercaban decenas de toxicómanos para adquirir sus correspondientes dosis de cocaína o hachís. "Al llevar a los niños al colegio ya les veía ponerse en las aceras", afirma una vecina que no quiere decir su nombre por miedo a represalias.
Sus constantes denuncias alertaron a la Policía Nacional, que abrió una investigación hace exactamente un año. Las pesquisas de los agentes permitieron identificar a las personas que okupaban la vivienda del bajo el número 4. Desde una ventana de esa casa hacían los pases de droga.
'El Negro' ingresó en prisión
Para los policías no fue una sorpresa conocer quien era el responsable del punto de venta de drogas. Era un hombre conocido como 'El Negro', hermano de Adela la matriarca del clan de 'Los Gordos'. Pocas personas accedían al interior de la casa y algunos de los vendedores salían a la calle para vigilar y alertar de la presencia de algún vehículo policial en las inmediaciones.
Tras casi un año de vigilancias por la zona, los agentes registraron la casa donde incautaron gran cantidad de sustancias estupefacientes (cocaína, hachís y marihuana), 15.000 euros en efectivo y útiles para pesaje, corte, envasado y distribución de droga.
'El Negro' fue arrestado junto con otro hombre y una mujer. El juez decretó su ingreso en prisión por la multitud de antecedentes con los que contaba. La Policía Nacional considera que este piso era un "importante punto de tráfico de drogas" en el distrito.
El hermano de la matriarca decidió seguir con el negocio familia, algo que ella misma ya no hace. Los principales responsables del clan decidieron dejar la droga, como ya advirtieron hace más de una década en diversas entrevistas en televisión.
"Nos tocó la lotería"
Esta familia era una de las principales distribuidoras de sustancias estupefacientes en el poblado chabolista de la Cañada Real. Tras varias operaciones policiales cayeron hace más de una década los patriarcas. Los Gordos dieron una explicación sorprendente sobre su fortuna a los jueces."Nos tocó la lotería en 2003", llegaron a defender sobre la procedencia de los 35.000 euros en efectivo y 12.000 euros en joyas que encontraron los agentes en su casa en el Pozo del Tío Raimundo.
Otro de los clanes dedicados a la venta de drogas en la Cañada Real eran los 'Fernández Fernández'. Los abuelos de este clan comenzaron en el negocio de la venta de drogas en los años 90 cuando llegaron a la capital desde Plasencia. En el extinguido poblado de Las Barranquillas instalaron su 'comercio', donde ya estaban situados Los Gordos. A pesar de ello el respeto siempre ha existido entre ambas familias que se disputaban el primer puesto en la venta de drogas.
Algo que se desplazó con el tiempo al Sector VI de la Cañada Real. Después de años de pequeños golpes policiales, en 2013, el clan de Los Gordos fue desmantelado y detenidos sus patriarcas, Juan José H.R. y Adela M.G. Tres años después la suerte 'tocó' a los Fernández Fernández y fueron arrestados todos sus integrantes. A pesar de su detención el núcleo duro de la familia se fugó de la justicia hasta este año.
Reconocidos por un policía en Vallecas
Todo este tiempo permanecieron en el anonimato, escondidos por sus numerosos amigos. Pocas salidas a la calle y mucha cautela para pasar desapercibidos y no ser identificados. A pesar de ello, cometieron varios errores. El primero de ellos fue regresar a su parcela 25 del sector VI de la Cañada Real para volver a engancharse al negocio. El segundo fue salir a la calle donde fueron vistos por un agente de la Policía Nacional, que les reconoció al instante.
No esperaron mucho los agentes para que volvieran a establecer su 'empresa'. Y es que habían vuelto a atrincherarse en esa parcela que contaba con grandes medidas de seguridad. De nuevo instalaron en la casa puertas blindadas y todos los mecanismos para el tráfico de drogas. Esa entrada y registró acabó con la detención del matrimonio formado por José Fernández, de 66 años, y de Pastora, de 64. También fueron arrestados tres de sus hijos, dos hombres y una mujer. Llevaban fugados desde el 2016.