El rey emérito ha vuelto a España para participar en la octava Regata Rey Juan Carlos I, que arrancará el próximo jueves hasta el domingo. Juan Carlos I ha viajado hasta la localidad gallega de Vigo en un jet privado de los más lujosos del mundo y que cuenta con todas las comodidades. El avión pertenece a la compañía, VistaJet, líder en el sector con una flota de más de 360 aviones en todo el mundo.
Los jets privado de esta compañía son solo accesibles a figuras de primera clase, como lo pilotos de Ferrari. Deportistas de élite como Carlos Sainz o Charles Leclerc pueden beneficiarse de las ventajas de este transporte de lujo. En general toda la flota de jets privados de VistaJet cuenta con una capacidad para entre 12 a 14 pasajeros, con un amplio, cómodo y renovado diseño inspirado en los máximos estándares del Global 7500, el jet de negocios más grande y de mayor alcance, que cuenta con cuatro amplios espacios habitables, incluyendo una cocina completa y un dormitorio fijo.
El concepto de cabina de este tipo de aviones es universal para que sus pasajeros tengan una sensación de familiaridad. Las dimensiones pueden cambiar, pero los interiores, los colores y la atmósfera buscar conseguir una imagen de marca reconocible a simple vista.
Detrás de esta gran firma se encuentra Thomas Flohr. Un magnate suizo que comenzó en el mundo del emprendimiento mientras trabajaba para una empresa estadounidense en el sector empresarial financiero y tras dar el salto al mundo de la aviación privada revolucionó el sector.
Flohr creó una flota de jets privados donde los clientes pueden disfrutar de una experiencia al estilo de un apartamento de lujo, los aviones privados están diseñados de cuero y madera pulida, ofrecen catering de Nobu, sus aletas traseras están decoradas con obras de artistas callejeros como Retna o Richard Hambleton.