En el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid uno de sus mejores expositores se ha quedado vacío. Un juez ha devuelto a la nieta del dueño, un meteorito procedente del espacio, de 130 kilos, encontrado en Colomera (Granada), según adelanta este viernes El País.
Se trataba de un trozo de metal, de medio metro de alto, irrompible, cuya composición sugería que había pertenecido al núcleo de un planeta desintegrado. El objeto fue hallado en 1912 y un vecino de Almuñécar, Antonio Pontes Vilches, fue el que en 1930 se encargó de llevarlo a la comunidad científica. De ahí que en el contrato de cesión, él figurase como dueño de la pieza, quien cedía el meteorito “en calidad de depósito, pero siempre a disposición de su dueño, que podrá retirarlo cuando lo estime conveniente”.
Lo cierto es que Pontes nunca lo reclamó y al cabo de los años, la comunidad científica se acostumbró a ser su 'dueña' y comenzaron los análisis y troceos del meteorito.
Hoy, 80 años después, la nieta, Amparo Pontes, ha reclamado la cantidad de 758.440 euros por daños y perjuicios por el meteorito puesto que ya nunca podrá devolverse en el estado original en el que su abuelo lo entregó. Por su parte, el museo alegó que la demandante “no había acreditado la transmisión del meteorito desde que fue descubierto por su abuelo en 1912” y en sus cálculos, el precio de mercado sería de 50.075 euros, al que habría que restar 69.102 euros de gastos desde que fue cedido por conservación, mantenimiento y seguridad.
Pero finalmente y tras la celebración de un juicio y una apelación, en mayo de 2015, el juez falló contra el CSIC. El museo debía devolver a Pontes “todos los trozos existentes en su poder del llamado Meteorito de Colomera” y, además, se la debía indemnizar con 50.000 euros.
Ahora, el paradero del meteorito es deconocido y el CSIC ya ha pedido en dos ocasiones a la Comunidad de Madrid, en julio de 2015 y a finales del año pasado, que se le proteja como Bien de Interés Cultural. Por ahora, no han obtenido respuesta.