Eva Parera (Barcelona, 1973) es la secretaria general de Barcelona pel Canvi, el partido de Manuel Valls en el Ayuntamiento Barcelona. Se ha incorporado como número tres en la candidatura del PP. Procedente de las filas de la extinta Unió Democràtica de Catalunya, considera que el partido de Alejando Fernández es el que más sensibilidades políticas ha integrado en su candidatura. No tiene dudas de que el PSC intentará pactar con la "extrema izquierda" o los independentistas: "Los únicos cordones sanitarios deberían ser a los extremos", afirma.
-Usted se ha integrado a la candidatura del PP, otros miembros del partido de Manuel Valls han pedido el voto para el PSC... ¿Barcelona pel Canvi no ha logrado unir el constitucionalismo?
-Yo no he ido al PP, me incorporo a una lista electoral que es abierta y me incorporo no como militante sino como secretaria general de Barcelona pel Canvi. Junto a mí, se incorporaron dos personas más del partido, Albert Guivernau y Carles Rivadulla. Es normal que gente del partido manifieste sus preferencias políticas. Barcelona pel Canvi es un proyecto heterogéneo.
-¿A usted le hubiera parecido bien una lista unitaria de PP y Cs? ¿Es posible en el futuro?
-Cuando en su día valoramos si íbamos a concurrir, queríamos ver qué pasaba en todo el ámbito constitucionalista. En su momento, para poder hacer frente al nacionalismo, creíamos que lo mejor era ir todos juntos, también con el PSC. Pero no fue posible. Lo vemos en el Ayuntamiento de Barcelona, están más abiertos a llegar a acuerdos con ERC, que con Cs o el PP. Posteriormente, Ciudadanos también se desmarcó, quería ir en solitario. Al final quien toma el guante de esta posibilidad es Alejandro Fernández, que ve que nadie es capaz de salir de su marco mental y abre su lista. De número dos tiene una persona, Lorena Roldán, que tampoco es militante del PP y que venimos de espacios muy diferentes. Alejandro fue el único en entender cómo hay que confrontar el independentismo.
-¿El PSC es más un freno o aliado para combatir el separatismo?
-El PSC tiene que elegir qué quiere ser de mayor. Me preocupa muchísimo que en una situación de tanto nacionalista, tanto de señera como de bandera española, porque ahora mismo hay muchos nacionalistas, que el PSC opte por el camino de pactar con ellos antes que buscar otras alianzas con el centroderecha. Se están escorando demasiado y ponen un cordón sanitario a cualquier pacto con Cs y PP y es un problema, porque estamos en un momento donde la política está muy fragmentada y lo que se necesitan son grandes consensos. En cambio, el PSOE ha ido a buscar los extremos. Y tememos que el PSC haga lo mismo en Cataluña.
Los cordones sanitarios se tienen que poner al revés, los partidos más de centro se lo tienen que poner a los extremos: a los antisistema, que quieren ir en contra del pacto de la Transición"
-¿Qué le parece el cordón sanitario al PSC por parte de los principales partidos independentistas?
-Pues me parece una soberana tontería, como lo que hizo Artur Mas de ir ante notario para decir que no pactaría con el PP y acabó pactando los Presupuestos con este partido. Los cordones sanitarios se tienen que poner al revés, los partidos más de centro se lo tienen que poner a los extremos: a los antisistema, que quieren ir en contra del pacto de la Transición. Además, es que el independentismo no ha sido capaz de unirse en una misma candidatura y aparecen unos por Twitter para hacer un llamamiento y ellos se suman. Es una muestra más de que los políticos independentistas se mueven más por la calle que por criterios políticos. Es una gesticulación absurda porque además nadie va a lograr una mayoría de investidura. Además, ERC está intentando separarse de Junts y Junts de ERC, y esto va a implicar al PSC, que va a ser un agente en todas estas negociaciones. Todo va a estar muy ajustado y no hay que olvidar que ERC es un socio prioritario en el Gobierno de España y aquí se están negociando los indultos.
-Si hay la posibilidad de sacar al independentismo del próximo gobierno con los votos de Vox, ¿se deben aceptar?
-Primero hay que ver qué gobierno alternativo puede haber, porque yo creo que el PSC solo va a contemplar pactar con partidos de izquierda, y dudo de que le den los números para poder gobernar en solitario. Es muy difícil que se pueda dar un equilibrio parecido al del Ayuntamiento de Barcelona. Hay que ver qué hará el PSC, porque se puede dar la circunstancia de que con PP, Cs, comuns… pueda ser suficiente. Pero hay que ver, porque los programas son muy diferentes. Nosotros planteamos una bajada impositiva importante, y el PSC la quiere subir. Lo que espero es que Vox sea residual, ojalá no entrasen porque necesitamos menos nacionalistas en el Parlament y no más.
-Cs ha dicho que está dispuesto a facilitar un gobierno de PSC y comuns. ¿El PP lo estaría?
-Como le he comentado antes, esto no va a ser posible por los resultados electorales. Ciudadanos tampoco se aclara mucho, porque en un principio no decían lo que dicen ahora. Y en el Ayuntamiento de Barcelona rompieron con nosotros, Barcelona pel Canvi, por hacer precisamente lo mismo. La realidad es que si esto fuera posible, no tendríamos que cerrar puertas. A lo mejor Cataluña necesita una concentración de fuerzas y un pacto estable entre muchas fuerzas. Pero lo primero es saber para qué quieren gobernar. Si es para seguir manteniendo la mesa de diálogo y los indultos, es complicado que gobiernen con nosotros.
-Para que quede claro, ¿indultos sí o no? ¿Y si mostraran arrepentimiento?
-Indultos no. Además seguro que los informes preceptivos no son favorables cuando ni siquiera se han arrepentido. Es una utopía pensar que se van a arrepentir, porque no lo hacen nunca. Y están en una parte de la condena que ya han logrado el tercer grado, no es que estén en una celda sin ventanas. Las penas tienen que cumplirse, sino pierden todo el sentido de ser.
Indultos no. Además seguro que los informes preceptivos no son favorables cuando ni siquiera se han arrepentido. Es una utopía pensar que se van a arrepentir, porque no lo hacen nunca"
-¿Usted cree que JxCat y ERC “lo volverán a hacer” y volverán a la senda de la ilegalidad?
-El juicio del Tribunal Supremo ha servido para que la desobediencia, el incumplimiento de las leyes, se quede en un margen muy simbólico. O, como Quim Torra, que no pase de la inhabilitación como es la de poner una pancarta. Le permitió seguir haciendo el discurso victimista pero sin riesgo de una pena de cárcel.
-Pablo Casado ha dicho que no estuvo conforme con la actuación del Gobierno de Rajoy durante el referéndum ilegal del 1-O. ¿Usted qué opina?
-Se ha generado mucho ruido, pero en realidad no es algo nuevo. Lo han reconocido muchos dirigentes del PP. Son críticos con todo lo que pasó. No con el gobierno de Rajoy, sino con todo lo que pasó en general. Se puede decir que es una barbaridad lo que hizo Carles Puigdemont y hacer un análisis de todos los errores. Se cometieron errores porque lograron montar un paripé el 1-O y que hubiera urnas. Lo ideal hubiera sido que no se hubiera producido. Pero hablar es fácil y luego la realidad es más complicada. Se cometieron errores por parte de todo el mundo, pero los grandes culpables fueron los independentistas. Me parece bien los ejercicios de autocrítica, que es justo lo que no hacen los independentistas. Lo tiene que hacer todo el mundo: los partidos en la oposición también o el tejido empresarial de Cataluña.
-La mayoría de la opinión pública, también TV3, dijo que Alejandro Fernández fue el ganador del debate electoral. ¿Cuál cree que es su mejor virtud?
-Alejandro ha sido capaz de dar racionalidad a la política catalana. Y es capaz de definir muy bien lo que quiere hacer de una forma proactiva. Y es crítico sin insultar y sin faltar al respeto, que estamos muy faltos de esto en la política catalana. Es una persona claramente moderada. Sin duda, aportará muchísimo. La gran pena que tenemos en Cataluña es que todavía nos atrae más el grito que las propuestas.