España

Feijóo y Rajoy llamaron a dirigentes del PP para pedir la cabeza de Casado y precipitar su caída

La ofensiva final contra el presidente se coordinó de forma telefónica el fin de semana previo al comité de dirección y ese mismo lunes en el que se convocó la junta directiva nacional

  • Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo.

Alberto Núñez Feijóo, Mariano Rajoy y Pablo Casado protagonizarán este viernes, sin un José María Aznar que ha dado positivo en covid, una de las fotos más esperadas del congreso extraordinario: la del nuevo presidente del PP junto a sus predecesores. El objetivo es dar una imagen de unidad que se desquebrajó en los días previos al comité de dirección en el que Casado empezó a asumir el final de su mandato. En el fin de semana previo a ese cónclave, y también durante ese lunes tanto Feijóo como Rajoy contactaron con importantes cargos del partido para precipitar la caída del presidente e iniciar, cuanto antes, una nueva etapa.

Así lo confirman a Vozpópuli integrantes del comité de dirección saliente y cargos del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, que conocen de primera mano las llamadas realizadas por el expresidente del PP y el futuro presidente. En apenas 72 horas, las que van del sábado posterior a la cumbre de Casado y Ayuso en Génova al lunes de la reunión de la ejecutiva del partido, se produjeron un número significativo de llamadas telefónicas que acabaron con el anuncio de una junta directiva nacional para convocar un congreso extraordinario urgente.

Según explican las fuentes consultadas, Alberto Núñez Feijóo estuvo en contacto permanente con los demás presidentes autonómicos del partido. A través de las diferentes ejecutivas regionales, "se contactó con diputados, presidentes provinciales... para que todo el mundo saliera en tromba a partir del lunes pidiendo ese congreso". Rajoy, por su parte, contactó con antiguos cargos del PP, y también con cuadros directivos actuales, para trasladar el mismo mensaje.

Del cese de Egea...

El futuro presidente del PP, al igual que otros barones territoriales, también telefoneó, a lo largo de ese fin de semana, a Pablo Casado. La petición, tal y como informó en su día Vozpópuli, era muy clara: el cese inmediato del secretario general, Teodoro García Egea.

Esa petición la escuchó el propio Casado de Feijóo, de otros presidentes autonómicos, y de algunos de los firmantes de la carta que la dirección del Grupo Popular en el Congreso hizo pública el martes posterior al comité de dirección en el que se anunció la junta directiva nacional.

La posición del presidente se mantuvo inalterable durante todo el fin de semana: su número dos se mantenía en el cargo porque no había ninguna prueba que demostrara que la presunta investigación al hermano se encargara por orden de Génova. Y así afrontaron tanto Pablo Casado como Teodoro García Egea el que sería su último comité de dirección al frente del partido.

... a la caída de Casado

El lunes los acontecimientos se precipitan. Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso y otros líderes autonómicos empiezan a comparecer públicamente pidiendo no ya la cabeza de Teodoro García Egea, sino la dimisión del propio presidente: Pablo Casado.

En paralelo, el propio presidente de la Xunta y también Mariano Rajoy vuelven a descolgar el teléfono: "Cuca Gamarra y José Luis Martínez Almeida recibieron una llamada Feijóo, mientras que Rajoy siguió hablando con muchas personas, incluidas alguna del comité de dirección".

Cuca Gamarra y José Luis Martínez Almeida recibieron una llamada Feijóo

Todos los componentes de ese comité de dirección llegan puntuales a su cita del lunes en Génova. Y pronto, Pablo Casado descubre que, en apenas tres días, la mayoría ha cambiado de opinión: "El viernes todos se despidieron dándole la enhorabuena por su entrevista en COPE, pero el fin de semana de llamadas hizo efecto en la mayoría de ellos".

Alguno de los presentes ese lunes en la sede nacional del partido reconocen que, efectivamente, el viernes Casado recibió, de su parte, mensajes más que halagadores, que se convirtieron en críticas apenas 72 horas después. Lo que el viernes era "una gran entrevista" pasó a convertirse en un argumento para pedir su marcha y la convocatoria del congreso extraordinario.

Así fue el comité de dirección

La reunión del comité de dirección comenzó a las 11 de la mañana con el orden de intervenciones habitual: "Hablaron primero Teodoro y después Ana Beltrán". Después, tomó la palabra Antonio González Terol. El vicesecretario de Territorial reconoció que la "situación en la calle es regular", y que "hay muchas críticas a la dirección", después de la manifestación el día anterior a favor de Ayuso y en contra de Casado. Pese a ello, se reafirmó en su lealtad al presidente nacional.

Ana Pastor y Elvira Rodríguez, por su parte, manifestaron su malestar por todo lo sucedido en torno al contrato del hermano de Isabel Díaz Ayuso y pidieron información al respecto. Las fuentes consultadas destacan que, ya desde la mañana, "Ana Pastor mantuvo un tono poco habitual en ella, más elevado que de costumbre, y pidiendo responsabilidades. Fue bastante dura. Sobre todo, por la tarde".

A continuación habló Pablo Montesinos que, como Terol, empieza a asumir la "muerte política" del PP de Pablo Casado y habla de una "transición hacia un nuevo liderazgo de Feijóo". En todo caso, dejó claro que se mantendría al lado del presidente del partido "hasta el final". Jaime de Olano, visiblemente emocionado, habló de "situación insostenible".

Las siguientes intervenciones ya sirvieron, según los cargos presentes en esa reunión consultados, para caldear los ánimos: "Andrea Levy amagó con su dimisión. Afirmó que habían contado con ella para abrir el expediente a Ayuso, pero no para cerrárselo. Después, Belén Hoyo tomó la palabra para pedir el cese de Teodoro, que en ese momento estaba fuera de la sala".

Con ese ambiente ya enrarecido, y tras la intervención de los tres portavoces parlamentarios -Cuca Gamarra, Javier Maroto y Dolors Montserrat- reconociendo la "situación delicada", se decide hacer un receso para continuar después de comer. Un parón que sirvió a los vicesecretarios para comer juntos y "pactar un mensaje común"... y para que los portavoces "también recibieran una serie de llamadas y se coordinaran".

Se sumaron a los ataques a Teo previos a la comida Cuca Gamarra, Javier Maroto, Jaime de Olano... Casi todos

A la vuelta, "se sumaron a los ataques a Teo previos a la comida Cuca Gamarra, Javier Maroto, Jaime de Olano... Casi todos". Los portavoces, de hecho, "amagaron con dimitir". En esas horas, tanto Teodoro García Egea como Antonio González Terol habían testado apoyos y comprobado, según pasaban las horas, que el presidente del partido cada vez estaba más solo. Pese a ello, "ellos dos, Ana Beltrán y Pablo Montesinos insistieron en su total apoyo a Pablo Casado".

El presidente del partido, consciente de los movimientos que se estaban produciendo tanto dentro como fuera de la sede nacional, propone la celebración de una junta directiva nacional para la convocatoria de un congreso extraordinario, iniciativa que se aprueba con la unanimidad de todos los presentes.

La relación Feijóo-Casado

Desde entonces, Casado pide tiempo, pero nadie parece dispuesto a dárselo. El martes, los impulsores de la 'conjura del Luarqués' presionaron al presidente para que cesara a Teodoro García Egea y la marcha del secretario general se confirmó esa tarde. Apenas 24 horas después, tuvo lugar la reunión privada entre el presidente del partido y Alberto Núñez Feijóo en Génova antes de la cumbre de Casado con todos los líderes regionales que se saldó con el compromiso por escrito de Casado de no presentarse como candidato a la reelección al congreso que se inicia este viernes.

En medio, ha pasado todo un mes en el que el todavía hoy presidente nacional del PP y su sucesor han convivido en una situación de interinidad a la que se han adaptado, al igual que la actual coordinadora general y futura secretaria general, Cuca Gamarra.

Según las fuentes consultadas, Feijóo y Casado han mantenido una "interlocución normal" y no ha habido "ningún problema" por ambas partes. Desde el entorno del futuro presidente del PP aplauden el comportamiento de su antecesor a lo largo de las últimas semanas: "En ningún momento ha querido tener el foco. El miedo era ese posible desgaste para él mismo y para el partido y no se ha producido Su comportamiento ha sido intachable, ha actuado de una forma ejemplar".

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